Manifestaciones clínicas del ataque cerebral

El cuadro clínico del ACV va a depender de la zona del cerebro en que se produzca la interrupción de la circulación.

El cuadro clínico del ACV va a depender de la zona del cerebro en que se produzca la interrupción de la circulación.

Los síntomas más característicos son la pérdida del conocimiento, disminución o pérdida de la fuerza muscular, siendo más marcada en el brazo y la pierna del lado contrario al hemisferio cerebral en que se ha producido la lesión (hemiparesia o hemiplejia); pérdida de la sensibilidad de una parte o la mitad del cuerpo, alteración de la comprensión o articulación del lenguaje hablado o escrito (afasia); incapacidad para la coordinación adecuada de la contracción de los músculos de la boca al hablar (disartria), trastorno de la coordinación de los movimientos del cuerpo, trastornos de la visión (visión doble, disminución del campo visual o pérdida de la visión), dolor de cabeza, sobre todo en caso de hemorragia cerebral; disminución del grado de conciencia, en algunos casos el paciente puede tener aparente pérdida de la conciencia cuando en realidad lo que tiene es pérdida de la comprensión y expresión del lenguaje.

Si la lesión se asienta en el cerebelo se producen vértigos, náuseas y vómitos.  En ocasiones puede haber convulsiones y coma y llegar hasta la muerte.

Evolución: La intensidad de los síntomas va a depender de la magnitud y la localización de la lesión.  El ACV puede ser ligero y de poca duración, desde unos minutos hasta 24 horas, por interrupción temporal de la circulación en un área del cerebro, con recuperación total espontánea, a esto se le llama “Ataque Transitorio de Isquemia Cerebral”, que tiene carácter reversible, pero que puede repetir periódicamente, y  por lo general, cuando no es tratado a tiempo conduce a corto, mediano o largo plazo a un ACV a veces fulminante.
Héctor E. Mateo es médico cardiólogo

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas