“Fue un estruendo como si fuera un cañón”, señala Antonio Aurelio de la Cruz sobre el ruido que provocaron las bombas colocadas en la línea de meta en el Maratón de Boston el pasado lunes 15 de abril.De la Cruz es uno de dos dominicanos que viajaron desde el país a competir en el legendario maratón que se corre desde 1897 (en masculino y 1966 en femenino). Juan Isidro Guzmán Taveras es el otro.
“Vi el caos”, señala De la Cruz, quien ya había cruzado la meta aproximadamente una hora antes de que ocurriera la tragedia en la que perecieron tres personas y se calcula unos 176 heridos.
Una vez llegó (con tiempo de 2 horas 46 minutos, lugar 587), De la Cruz se quedó en la zona, una esquina paralela antes de la línea de meta donde ocurrió el hecho. Un amigo suyo, que lo esperaba en la meta para grabar su llegada, probablemente salvó su vida, o de quedar herido, ya que la explosión ocurrió justamente donde se encontraba realizando la filmación, sólo que ya Antonio había cruzado.
“Cuando escuché la primera explosión pensaba que era que había terminado el maratón, pero cuando escuché la segunda, ahí me asusté y dije que esto no es normal”, relata Antonio. Esta fue su primera experiencia en el Maratón de Boston. “No sé inglés, pero la gente decía ‘oh my God, oh my God (oh Dios mío)”.
La situación se tornó confusa y los servicios de trenes, autobus, taxi, se complicaron. “Tuve que caminar seis o siete kilómetros”, recuerda, para llegar hasta un punto de la ciudad, desde donde otro amigo lo trasladó al hotel donde se hospedaba. De la Cruz resaltó el apoyo del Banco de Reservas para competir y anteriormente el Ministerio de Interior y Policía. “La experiencia que me deja es que uno no está exento a que le pase algo donde sea. Gracias a Dios no me pasó nada, pero lo ideal es que no le pase a nadie”.
¿Volverías a este maratón?
“Claro que sí y veré si hago mejor tiempo”.
