Matrimonio gay divide en tres a los republicanos

NUEVA YORK (AP) — Mientras aumentan las querellas relacionadas con matrimonios entre personas del mismo sexo en los tribunales federales de Estados Unidos, los republicanos aparecen torpemente divididos en tres campos: un pequeño pero creciente número

NUEVA YORK (AP) — Mientras aumentan las querellas relacionadas con matrimonios entre personas del mismo sexo en los tribunales federales de Estados Unidos, los republicanos aparecen torpemente divididos en tres campos: un pequeño pero creciente número de partidarios de la legalización del matrimonio gay, una facción ultraconservadora que los sigue condenando y, en medio, un grupo de tamaño considerable que parece preferir que el asunto simplemente desaparezca.

En un extremo del espectro, por lo menos ocho legisladores federales del Partido Republicano han apoyado los matrimonios gay y dos candidatos republicanos abiertamente homosexuales que se postulan para la Cámara de Representantes esperan unirse a ellos.

En el otro extremo, los republicanos más conservadores del Congreso presentaron un proyecto de ley que busca evitar que los estados se vean obligados a reconocer los matrimonios del mismo sexo realizados en otro estado. Uno de esos legisladores es el senador Ted Cruz de Texas, un potencial candidato presidencial que arrancó aplausos en una reciente reunión conservadora cuando insistió en que su partido no dejará de defender los «valores familiares».

Entre ambos lados está un grupo grande de republicanos que no están listos para respaldar el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero que se cuidan de no antagonizar con sus partidarios, incluyendo —según las encuestas— una sólida mayoría de los republicanos menores de 30 años.

La Corte Suprema podría decir pronto si tomará uno o más casos de matrimonios del mismo sexo. En caso de que los jueces confirmen que los gays y las lesbianas tienen el derecho constitucional de contraer matrimonio en los 50 estados del país, eso sería un alivio para los 2016 aspirantes a la presidencia del Partido Republicano, estiman algunos activistas y analistas políticos.

«Entonces ya no tendrían que hablar de ello», dijo Evan Wolfson, quien dirige el grupo de defensa Freedom to Marry (Libertad para Casarse). «Realmente les encantaría que la Corte Suprema termine el trabajo y ellos puedan seguir adelante», agregó.

Una prueba importante para el Partido Republicano podría ocurrir durante su convención nacional en Cleveland en 2016, cuando una coalición llamada Young Conservatives for the Freedom to Marry (Jóvenes Conservadores por la Libertad para Casarse) sabrá cuántos frutos habrá rendido su campaña para retirar de la plataforma política del partido la insistencia de oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo.

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