Haciendo consciencia de que nuestra mente opera como “mono saltarín”, entenderemos por qué puede sucedernos que en un instante, sin razón aparente, de sentirnos relajados pasemos a estar molestos o agobiados. Nuestros pensamientos son incesantes, volátiles, inestables, mientras son a la vez los responsables de las emociones. Si estando en un ambiente de alegría y belleza pensamos en aflicciones, estaremos afligidos y ajenos a aquella positiva realidad externa. En cambio, si nos disponemos a alinear pensamiento y realidad la percibiremos como es y desactivaremos la emoción negativa. Tenemos el poder de dirigir nuestra “mente de mono”. Reconocerla nos permite gobernarla a nuestro mejor interés, en vez de ser ella la cruel regente.
Mente de mono
Haciendo consciencia de que nuestra mente opera como “mono saltarín”, entenderemos por qué puede sucedernos que en un instante, sin razón aparente, de sentirnos relajados pasemos a estar molestos o agobiados. Nuestros pensamientos son incesantes,&#