Hace cinco años, comerciantes del mercado de Cristo Rey desalojaron la estructura para que sea reconstruida. La obra tiene 20 meses de terminada y aún no empieza a funcionar.Desde ese entonces, los mercaderes se instalaron en la calle lateral al edificio y reanudaron sus ventas en medio de insalubridad e inseguridad.
Para ellos, el acto de entrega de las llaves de este mercado y el de Villas Agrícolas de manos de Claudio Jiménez, director de Mercadom, al alcalde Roberto Salcedo, el pasado 17 de diciembre, representaba el inicio inmediato de las operaciones de los expendios.
La dinámica de la red minoristas, que incluirá también el Mercado de Villa Consuelo, no arrancará hasta que entren en funcionamiento el de Villas Agrícolas y el de Cristo Rey; se terminen los trabajos de remozamiento en el Mercado Nuevo y se traslade a los mayoristas hacia el Mercacentro de Santo Domingo.
Para Ana Abreu, quien vende embutidos en la calle Arzobispo Romero esquina San Juan de la Maguana, conocida también como la 38, donde está levantado el nuevo mercado de Cristo Rey, los años de labor, desde que fue desalojada de la antigua estructura, significaron “puras pérdidas”. Explicó que en varias ocasiones, delincuentes les sustrajeron los cables eléctricos que alimentan de energía su negocio. Expresó, además, que las autoridades del ayuntamiento no dan señales, que garanticen cuándo serán trasladado al nuevo espacio.
“Lamentablemente nosotros nos hemos mal acostumbrados a vender entre basuras. Son más de cuatro años en esta situación y nadie nos dice cómo y cuándo seremos trasladados al nuevo mercado”, manifestó la comerciante.
La construcción de estos mercados la asumió el Gobierno Central, a través del Ministerio de Agricultura, ahora corresponde a la alcaldía del Distrito Nacional determinar su apertura y distribuir los espacios.
