Milanés, con su característica forma de actuar de poco hablar, no necesitó de grandes recursos tecnológicos para acaparar la atención de sus seguidores, y acompañado de seis músicos interpretó 16 canciones de su repertorio, tanto conocidas, como las nuevas que puso a consideración del público.
“Proposiciones” fue la primera entrega del trovador cubano, antes de dirigir sus primeras palabras al público, de las pocas que pronunció durante toda la noche, a través de las cuales les agradeció por acompañarlo.
“Buenas noches, Santiago, estoy emocionado de estar nuevamente con ustedes después de tantos años de ausencia involuntaria, por lo que he diseñado un programa por ustedes con canciones de siempre, otras nuevas. Les prometo una noche maravillosa entre amigos”, expresó Milanés para continuar con “Plegaria”, “Días de gloria”, “Si ella me faltara alguna vez”, “Nostalgias” y “De qué callada manera”
Luego continúo su descarga musical con la canción “Matinal”, de su más reciente producción Regalo, seguido de “Diario de Mauricio”, “La soledad”, “El tiempo, el implacable, el que pasó”, con los que provocó disímiles emociones en el público.
“Amo esta isla” y “Ámame como soy” precedieron a la famosa canción “Para vivir”, donde el público se puso de pies para aplaudir y ovacionar a Pablo y sus músicos, a modo de gratitud por la magistral interpretación.
El final del concierto quedó marcado con los emblemáticos temas “Años”, “Yolanda” y “El breve espacio en que no estás”, dejando a la multitud con deseos de seguir escuchando más, y esperando que Pablo Milanés y sus acompañantes volvieran al escenario a interpretar otro tema.
La apuesta criolla
La contraparte criolla no pudo estar mejor representada con la cantante Maridalia Hernández, con su potente y melodiosa voz, cantó “Mi Voz”, “Olas y arena”, “Quien no sabe de amor”, “Caribe” y “Te ofrezco”, acompañada del maestro Jorge Taveras en el piano, Jorge Simó en el violoncelo, y Wellington Valenzuela en la batería.
