Miles de peregrinos cumplen promesas a la Virgen

Higüey.- Geraldina Lara llevó a su hija de 11 años vestida de blanco a la Basílica de Higüey para pagarle a la Virgen de la Altagracia una promesa que le había hecho desde hacía nueve años.Cuenta que su niña…

Higüey.- Geraldina Lara llevó a su hija de 11 años vestida de blanco a la Basílica de Higüey para pagarle a la Virgen de la Altagracia una promesa que le había hecho desde hacía nueve años.

Cuenta que su niña agarró un cable de tendido eléctrico que casi la mata, y en ese entonces le prometió a la virgen que si salvaba a su hija la traería vestida de blanco, escucharía una misa con un velón en la mano, entregaría la vestimenta como ofrenda y dormiría sobre el suelo, a las afueras del santuario.

Así lo hizo Geraldina. La fe de que una fuerza mayor mantiene a su niña con vida y no se trata de una coincidencia es lo que cada año atrae a la Basílica de Higüey a miles de dominicanos para en el Día de Nuestra Señora de la Altagracia agradecerle y cumplirle a la madre de Jesús.

El reverendo padre Pedro Antonio Villa Severino, rector de la Basílica Catedral, dice que el día de hoy esperan acoger a unos 100 mil peregrinos que vienen desde todos los puntos de la isla y del exterior.

En la antesala de este 21 de enero, las filas para entrar y tocar el venerado cuadro de la Virgen de la Altagracia eran de cientos de personas.
Y en las afueras, pedigüeños y enfermos postrados sobre sillas de rueda movían sus envases para hacer sonar las monedas y traducir en limosnas la solidaridad de otros feligreses que iban y venían.

La fe como negocio

Sin embargo, otros ven la fe como un negocio. Para la fecha, grupos de personas llevan a ciegos o impedidos físicos a pedir para después repartirse lo que se consiga. Es el caso de un señor invidente que se identificó solo como “Héctor”.

Un joven que dijo se dedica a nada, se acercó a su amigo el ciego y al saber que estaba ante reporteros de elCaribe confesó que efectivamente lo que “Héctor” recauda en las limosnas lo dividen.

La ciudad de Higüey se transforma previo al 21 de cada enero. En la Basílica los peregrinos montan carpas o se acomodan con colchones y sábanas debajo de los parabrisas del templo para dormir. Son cientos y cientos de personas que se ven como hacinadas.

La penitencia de pasar la noche (a veces dos o tres porque muchos llegan a la ciudad desde el día 19) a la intemperie se ofrece a la Virgen como símbolo de agradecimiento.

Unos comen y hablan, otros están tan dormidos sobre el suelo que ni el ruido ni los pasos cercanos los inmuta en la profundidad del sueño.

Entre los que duermen y caminan hay muchos haitianos devotos, tanto así que como cada año, se les celebra en la Basílica una misa en creole, su idioma criollo, y se puede observar en ellos una gran devoción hacia la madre de Jesús.
Muchos de ellos organizan sus propias ceremonias, la mayoría de las veces una especie de sincretismo en que mezclan sus propios rituales con el cristianismo.

Comerciantes de todo tipo de mercancía se vuelcan a las calles colindantes al santuario. Vienen temprano desde lugares lejanos, sobre todo desde la capital para ubicar un buen puesto y ofertar a los cristianos católicos sus productos al mejor precio. Los tapones también son recurrentes.

El largo camino

De camino hacia esta ciudad, elCaribe se encontró con el peregrino Mildomio Adames y su cruz de madera a cuestas. En ese momento faltaban más de 20 kilómetros en la Autovía del Coral para llegar a Higüey y se detuvo a desayunar en una choza.

El señor salió del municipio de Restauración, en la fronteriza provincia de Dajabón, el 1 de enero hacia la provincia La Altagracia. Unos 475 kilómetros entre plegarias para cambiar males nacionales como la inseguridad ciudadana, los bajos salarios, el alto costo de la vida y la pobreza del país. Eso es lo que lo ha movido estos días para andar desde las 5:00 o 6:00 de la mañana hasta las 10:00 de la noche en ocasiones. En su travesía, contó, durmió en parques y zonas libres.

Cuando los peregrinos llegan participan de las misas, rosarios y se confiesan.
Las ofrendas son entregadas en una pequeña oficina y una monja las recibe y entrega a cambio una tarjetita con una oración e imagen de la Virgen que para los creyentes es un “certificado” de que ya cumplieron. “Traen de todo. Cabellos, dinero, joyas, imágenes de cera de todas las partes del cuerpo y ropas”, dice la religiosa que recibe los regalos. El dinero sirve para el mantenimiento del templo y lo demás es donado o se guarda en el Museo Altagraciano, que es muy visitado todos los meses del año.

El Presidente celebra en la Basílica

Este día, como cada año, los actos oficiales en conmemoración al Día de Nuestra Señora de la Altagracia, declarada protectora del pueblo dominicano desde agosto del 1922, serán encabezados por el presidente Danilo Medina aquí en la Basílica.

A la tradicional misa asisten regularmente altos funcionarios del Estado, mientras también confirmó su presencia el candidato Luis Abinader. La misa será celebrada a las 10:00 de la mañana.

La Amet ejecuta plan de prevención de accidentes

La Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) implementa desde el mediodía de ayer un amplio operativo de seguridad vial en ocasión de la celebración mañana del Día de la Virgen de la Altagracia. La medida tiene como objetivo agilizar la viabilización y prevenir accidentes de tránsito en las autopistas y carreteras. Agregó que las acciones preventivas en las autopistas del país, en especial en la Región Este, se extenderán durante todo el fin de semana y los días lunes y martes 26, fecha del natalicio de Juan Pablo Duarte. “Hemos aumentado las acciones preventivas con el objetivo de evitar accidentes durante estos días en que miles de personas se trasladarán a la Basílica desde distintos puntos del país”, precisó. Las acciones preventivas abarcarán todas las autopistas y carreteras del país, en especial el corredor de Las Américas, la Autovía del Este y El Coral, principales vías que dan acceso al municipio de Higüey.

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