Mis vivencias en Moca, de Persiles Ayanes Pérez Méndez

El título podría prejuiciar al lector con la idea de que se trata de un libro limitado a la vida pueblerina, cargado de remembranzas fraternas de una ciudad dominicana cuya fama principal descansa en el hecho de que sus hijos han participado en…

El título podría prejuiciar al lector con la idea de que se trata de un libro limitado a la vida pueblerina, cargado de remembranzas fraternas de una ciudad dominicana cuya fama principal descansa en el hecho de que sus hijos han participado en la eliminación física de los tiranos más sanguinarios que ha padecido la República.

No obstante, en la medida que uno se va internando, página tras página, en el mundo que construye Persiles Ayanes Pérez Méndez, descubre que Mis vivencias en Moca no se limita a la vida del integralmente productivo municipio del Cibao, sino que constituye un vistazo a la globalidad desde la localidad. No se trata de un mundo mocano, sino de la percepción de la universalidad desde la perspectiva de la mocanidad.

Por ejemplo, cómo disfrutaban los niños y los jóvenes contemporáneos de Persiles Ayanes el cine en horas de la mañana, el famoso “matiné” o las películas que se presentaban en las tandas vespertinas. Un dato sorprendente es el que el autor refiere sobre la noticia en Moca de la muerte del cantante argentino Carlos Gardel en 1935, comentada como si se hubiera tratado de un miembro de la vecindad.

Con prólogo del senador provincial José Rafael Vargas, el autor reconoce en un extenso listado a quienes colaboraron con su proyecto literario, entre los que se destacan el veterano cronista deportivo Cuqui Córdova, el maestro de la música Luis Ovalles, junto a los doctores José Abigaíl Cruz Infante y Rubén Lulo.

Revelaciones ignoradas por muchos dominicanos aparecen en la obra de Pérez Méndez, como el accidente automovilístico en el que Antonio Guzmán Fernández, quien fuera presidente de la República, sufrió lesiones que afectaron su pronunciación hasta el día de su muerte.

Mis vivencias en Moca tiene la impronta de “quien no se entristece ni se olvida de su pasado”, en palabras del propio autor.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas