La información es primordial para prevenirla, por esa razón en este artículo desmentimos los principales mitos que existen en torno a esta enfermedad:
– El factor hereditario. Muchas mujeres piensan que si no tienen antecedentes familiares no tendrán cáncer. La verdad es que, aunque la predisposición hereditaria es un factor que aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad, más del 80% de las mujeres afectadas no tiene antecedentes familiares.
– La edad, ¿importa? Más de un 70% de cánceres de seno se producen en mujeres mayores de 50 años, lo cual demuestra que el riesgo aumenta con la edad. Sin embargo, los tumores de mama pueden aparecer en cualquier etapa de la vida.
– Los sostenes. Al contrario de una creencia popular, no existe relación alguna entre la ropa interior y el riesgo de desarrollar la enfermedad. No obstante, se aconseja utilizar sostenes que no ajusten demasiado ni compriman los pechos porque pueden provocar dolores en los senos o marcas en la piel.
– Cero síntomas = cero enfermedad. La mayoría de las mujeres diagnosticadas cada año no manifiestan síntomas específicos. Por esta razón, el control periódico es esencial.
– Otros tipos de cáncer. El riesgo de desarrollar cáncer de seno es mayor si previamente se ha tenido otro cáncer como de colon o de ovario.
– Hijos antes de los 30. Se ha comprobado que tener hijos antes de esta edad y amamantarlos reduce el riesgo. No obstante, esto no constituye una garantía contra el cáncer de seno.
– El tamaño no importa. Con senos pequeños o grandes, la probabilidad de tener cáncer es la misma.
– Acciones contra la enfermedad. Muchas féminas creen imposible evitar la enfermedad. Sin embargo, está demostrado que una dieta rica en frutas y verduras, realizar ejercicio físico, no fumar, moderar el consumo de alcohol, entre otras acciones, pueden disminuir los riesgos de padecer esta enfermedad.
