Moderada, pero pesada

Alan Greenspan, ex Presidente del Banco de la Reserva Federal de los EE. UU. durante el período 1987-2006, estuvo la semana pasada en el país para participar como entrevistado en una actividad organizada por Emprendedores, que dirige David Collado.

Alan Greenspan, ex Presidente del Banco de la Reserva Federal de los EE. UU. durante el período 1987-2006, estuvo la semana pasada en el país para participar como entrevistado en una actividad organizada por Emprendedores, que dirige David Collado.

En un momento de la entrevista, la periodista Alicia Ortega le preguntó cuál debería ser el nivel de la deuda externa para un país como República Dominicana.  Greenspan,  como economista adicto al detalle que es, le preguntó a la entrevistadora si se refería a la deuda pública externa.  Ella asintió.

Fue entonces que el ex Presidente del FED respondió que para países como RD, la deuda pública externa no debería sobrepasar del 20% del PIB.

Muchos de los presentes, salieron muy preocupados de la actividad pues enterados  de que la deuda pública dominicana a final del 2012 alcanzó el 45% del PIB, escuchan decir a quien durante un tiempo fue catalogado como gurú de las finanzas norteamericanas,  que no debería sobrepasar el 20%.

Se necesitaría una década de considerables superávit fiscales para llegar a la meta planteada por Greenspan. Más impuestos y menos gastos, pensaron.

Los que escuchamos con más atención, no salimos preocupados.  En primer lugar, Greenspan se estaba refiriendo a la deuda pública externa, lo que en EUA y en el mundo se conoce como “general government debt”.   Es cierto que la deuda pública dominicana terminó en 45% del PIB en el 2012.

De esa deuda, la correspondiente al sector público no financiero asciende a 32.9% del PIB.  Y de esa, 32.5% del PIB es la deuda del Gobierno. Como se ve en el gráfico que compara la deuda gubernamental como % del PIB en varios países, el nivel de RD es relativamente moderado.

Si profundizamos veremos que la deuda del sector público no financiero, tiene dos componentes, la externa y la interna.  Esta última ha venido creciendo en los últimos años y ya representa el 11% del PIB. 

La externa, que es a la que se refería Greenspan, está en 21.9%.  Es cierto que ese nivel está por encima del tope de 20% que sugiere quien en el 2009 la Revista TIME consideró como el tercer responsable de la crisis financiera que sacudió a los EE.UU. y al mundo en el 2008-2009, pero no a una distancia inalcanzable en el mediano plazo. Cuando se compara la deuda externa del sector público no financiero de RD con la de otros países calificados por Moody’s con una-B, sólo Zambia muestra un nivel inferior.

El problema de la deuda pública dominicana, por tanto, no se debe a que la externa sea exagerada. Donde sí reside el problema es en la enorme carga que el pago de los intereses de la deuda pública está representando para las finanzas públicas.

Cuando nos comparamos con Centroamérica vemos que la deuda del sector público no financiero como % de los ingresos del Gobierno representó un 236% en el 2012, inferior al nivel de El Salvador y ligeramente superior al nivel de Costa Rica.  Los intereses pagados, sin embargo, alcanzaron el 19.2% de los ingresos del Gobierno, un nivel muy superior al registrado por los países centroamericanos. 

Esto se debe a dos factores fundamentales.  Primero, los ingresos del gobierno como % del PIB son de los más bajos de la región y del mundo.  Y segundo, los intereses que se están pagando sobre la deuda pública interna son exageradamente altos. El año pasado, el Gobierno tuvo que registrar pagos de intereses por un total de RS$60,987 millones. 

De ese monto, RD$43,294 millones correspondieron a intereses sobre la deuda interna y RD$17,694 millones sobre la externa. ¿Cómo se explica que si la deuda interna representa el 33% del total de la deuda del sector público no financiero, esté absorbiendo el 71% de los intereses que paga el Gobierno?
Cuando se analiza la tasa de interés promedio ponderada por instrumento de deuda interna del sector público no financiero, encontramos que durante el 2012, en los préstamos con la banca local la tasa pagada fue de 11.4% para préstamos en RD$ con una maduración de 2.6 años y de 9.1% para préstamos en US$ con una maduración de 2.6 años.

En el caso de los bonos del Tesoro, las tasas fueron de 13.5% para bonos en RD$ con maduración de 5.7 años y de 7.0% para bonos en US$ con maduración de 11 años.  Finalmente, para los bonos de recapitalización en RD$ entregados al Banco Central, la tasa de interés pagada por el Gobierno alcanzó un 15%, con maduración de 3 años.

¿Se justifican semejantes tasas de interés, cuando el bono soberano en US$ del 2018, con una maduración de 2.5 años, paga 3.87% en el mercado secundario mientras que el soberano 2021 de RD, con una maduración de 7.0 años paga en estos momentos 5.10%? Está claro que lo que están faltando son políticas inteligentes de administración de pasivos (“liabilities management”) por parte de la Dirección General de Crédito Público para reducir la pesada carga financiera que una deuda pública moderada está representando al Gobierno.  l

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