Mujer se encadena en reclamo de justicia

Santiago. La impotencia de ver su hija paralítica por mala práctica médica obligó a Eridania Ledesma encadenarse frente al Palacio de Justicia de Santiago.

Santiago. La impotencia de ver su hija paralítica por mala práctica médica obligó a Eridania Ledesma encadenarse frente al Palacio de Justicia de Santiago. Desde las 7:15 de la mañana del martes hasta las 12 del mediodía, Ledesma se colocó en la puerta principal, junto a su hija de siete años y su padre, en espera de que el juez de la Segunda Sala Civil decida fallar a su favor.

Entre llantos, la dama afirma que más que una indemnización, solo espera que la los médicos que intervinieron a su hija y la dejaron en estado vegetativo les sean quitadas la licencia para impedir que puedan ocurrir otros casos.

El hecho sucedió en el año 2007 cuando llevó a su hija, con apenas tres años de edad, al hospital infantil Arturo Grullón para que fuera atendida por problemas de amigdalitis.

Eridania vive junto a su hija en la calle 5, del barrio La Piña en el sector Cienfuegos.

Sobredosis

Una supuesta sobredosis de anestesia provocó que Daneli Castro perdiera la vista, la dejó inválida y sin otras facultades.

Pese a que fue recibida por representantes de la Fiscalía, quienes prometieron intervenir, se queja de los jueces apoderados del caso.  Del hecho, la madre acusa a la cirujana Coni Bejarán Cruz y a la anestesióloga Minda Cabrera.

“Ella admite que salió de la sala y dejó a mi hija en manos de un estudiante, el cual no estaba calificado para proceder en esa operación”, apuntó Eridamia Ledesma al hablar con elCaribe.

Ante la preocupación y la angustia, Eridiania Ledesma ha acudido a varias instituciones en busca de ayuda, entre estas la del médico Antonio Cruz Jiminián, quien logró al menos que la menor fuera sacada de la cama donde permanecía y ahora puede desplazarse en silla de ruedas.

Larga espera de justicia causa trastornos

Eridania Ledesma dice estar cansada de ver a su hija sufrir día a día, al no poder ayudarla por su condición económica y la de su esposo, quien trabaja como motoconchista. Desde que ocurrió el caso, Eridania no ha vuelto a trabajar para poder atander, también, a otros dos hijos. Dijo que ya ha hecho lo que ha podido, por lo que espera ahora que los jueces hagan justicia.

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