Negociaciones entre NY y Canó terminaron en un divorcio total

Robinson Canó no será el primer dominicano con una placa en el panteón de los Yanquis, donde están las placas de leyendas como Babe Ruth, Mickey Mantle y Joe DiMaggio.

Robinson Canó no será el primer dominicano con una placa en el panteón de los Yanquis, donde están las placas de leyendas como Babe Ruth, Mickey Mantle y Joe DiMaggio.Pero en Seattle, su nuevo hogar, podrá dejarse crecer la barba a su gusto. También presumirá de tener uno de los contratos más lucrativos en las Grandes Ligas —sólo superado por Álex Rodríguez— al embolsarse 240 millones de dólares por las próximas 10 temporadas.

Así se ha pactado el divorcio del segunda base con el equipo con el cual firmó su primer contrato y con el que rindió durante nueve años, con un campeonato de la Serie Mundial y siete participaciones de postemporadas. Sin ambigüedades, Canó era el mejor pelotero de los Yanquis. “Canó no se atreverá a irse de la ciudad de Nueva York”.

“Los Yanquis no permitirán que otro rival les quite un jugador ofreciendo más dinero que ellos”.

Todas esas premisas se desmoronaron en medio de un proceso de agencia libre que estuvo encauzado a una irremediable fractura, pese a los vínculos, legados e intereses mutuos.

Canó y sus agentes -encabezados por el rapero Jay-Z-habrían arrancado pidiendo 310 millones para un compromiso de un decenio. Los Yanquis se plantaron firmes, lo más que habrían ofrecido fue 175 millones por siete años.

Los representantes de Canó habrían tratado de vender la imagen del dominicano como un astro a lo Michael Jordan.

Ese anzuelo no impresionó a los Yanquis, que sabían que a lo largo de 2013 —con Derek Jeter y Mark Teixeira lesionados y A-Rod involucrado en el escándalo Biogenesis— Canó fue su baluarte.

Pero la camiseta del dominicano fue apenas la número 19 en ventas y la tercera de su equipo.

Los índices de teleaudiencia se desplomaron un 31% y la concurrencia al Yankee Stadium bajó un 7% para un promedio de 38,193 aficionados por juego.

Tratar de promover a Canó como un ídolo e ícono de mercadotecnia fue un error por parte de sus agentes, mientras que los Yanquis no querían repetir el monumental fiasco del contrato que pactaron en 2007 con A-Rod (275 millones por 10 años). Ahora resulta evidente que los Yanquis estuvieron desde el primer día dispuestos a dejar ir a Canó.

Números que han hablado por sí solos

¿Producción? Canó ha bateado por lo menos 25 jonrones con porcentaje de slugging por encima de .500 en cada campaña desde 2009, y sin faltar entre los primeros seis más votados al Jugador Más Valioso desde 2010.

¿Constancia? Apenas se ha perdido 14 de 1,120 juegos desde el comienzo de la temporada de 2007.

Todo pasaba por conseguir un equipo con la necesidad y los recursos para darle a Canó lo que pretendía.

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