Santiago.-El jurista Ramón Antonio (Negro) Veras espera la fijación de la audiencia tras la decisión del tribunal de instrucción enviando a la jurisdicción de juicio a la asociación de criminales que atentó contra su hijo Jordi Veras.
Y es que a 29 meses del hecho, advierte seguirá en estado de alerta permanentemente para que la ley, el derecho y el largo brazo de la justicia alcance a todos y a cada uno de los que quisieron asesinar a Jordi, y le han sellado lesiones permanentes en su cuerpo, y han llenado de sufrimiento, angustia y pesar a toda nuestra familia.
“El crimen organizado en la modalidad de sicariato debe recibir, con el caso Jordi, una condena y advertencia para que sepa que en nuestro país, los hombres y mujeres de bien, las familias formadas en el trabajo, la honradez y el buen comportamiento, merecen el respeto de los demás miembros de la sociedad”, apunta.
Entiende que con este mensaje, se brinda garantía de las instituciones encargadas de velar por la tranquilidad y seguridad ciudadanas.
Y agrega, que todo aquel que decide aceptar el compromiso de predicar y practicar la paternidad responsable, está en la obligación de enfrentar las circunstancias, sin importar la ocasión hostil que se le presente.
“Para mi no ha sido fácil moverme ante la desgracia que llegó al seno de mi familia el 2 de junio de 2010, fecha fatídica cuando mi hijo Jordi Veras, fue objeto de una tentativa de asesinato, que culminó con la pérdida total de la visión de su ojo derecho, y lesiones en distintas partes del cuerpo”, puntualiza.
Refiere que ante la acción criminal contra su hijo, la vida lo puso en un dilema: aceptar tranquilamente el hecho criminal, limitándome a lamentarlo; adoptar una posición pasiva ante la investigación policial y judicial. la
La otra era el involucrarse en todo lo relacionado con el expediente hasta que se dicte una sentencia irrevocable que sancione a los culpables, para que paguen el daño causado a la sociedad dominicana decente, y lleve alivio al dolor que les han causado a Jordi y a todos sus seres queridos.