El obispo de Higüey, monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, tronó este sábado contra las intenciones del Poder Ejecutivo de aprobar en tres causales el aborto.
Peña Rodríguez, presidente del Episcopado Dominicano, durante la homilía que conmemora el Día Nuestra Señora de La Altagracia fue reiterativo en señalar que sólo Dios tiene poder de decidir sobre la vida, desde su comienzo. “Nadie, bajo ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”, manifestó y justo en ese momento, el único durante su reflexión, los creyentes estallaron en un aplauso.
El obispo dijo que una nación que no protege el derecho de los no nacidos, “es una nación con un futuro sombrío”. “La familia y la sociedad deben ser garantes de la mujer que entra en proceso del ejercicio de la maternidad”, refirió.
El reclamo del religioso, durante la misa oficial que cada 21 de enero se realiza en la Basílica de Higüey en conmemoración del Día de La Altagracia, lo vivió bien cercano el presidente que se encontraba en el lateral derecho del altar, en el majestuoso templo. Medina ha observado en dos ocasiones el proyecto del Código Penal por éste castigar la intervención del embarazo en toda circunstancia.
Desde su convicción, Peña Rodríguez resaltó que el país vive una crisis que afecta la dignidad humana y sus derechos. “Es un conflicto entre la ‘cultura de la muerte’ y la ‘cultura de la vida’. Jesucristo llama a todos a escoger la vida sobre la muerte”, puntualizó.
A propósito de celebrarse la fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia, el pasado 17 de este mes la Conferencia del Episcopado Dominicano ya había fijado una posición similar a la de este sábado, en la carta pastoral que tituló “La Mujer en la Sociedad Dominicana”. Cinco días antes de esta carta, el presidente Danilo Medina convocó a sesión extraordinaria al Congreso Nacional, para que conozca proyectos pendientes, entre ellos el del Código Penal, con las observaciones del Ejecutivo.
La agenda de Medina en Higüey
El presidente Medina se desmontó del vehículo frente a la Basílica a esos de las 9:53 de la mañana. Recibió en las escalinatas del templo los honores junto a su esposa Cándida Montilla de Medina y otros altos funcionarios que lo acompañaron en este día. Al entrar a la Basílica, fue recibido con aplausos.
La misa acabó cerca del mediodía y luego, como es de costumbre, Medina y su comitiva se marcharon a la oficina del Episcopado a almorzar. El pasado año el presidente habló con la prensa nacional en el Episcopado. Esta vez, aún con la insistencia de los periodistas, no dio declaraciones.
