La niñez, entre el trabajo y la inocencia

La falta de recursos de los padres  ha sido utilizada como excusa para arrebatar el pan de la enseñanza a muchos niños que son lanzados a las calles a trabajar para conseguir el sustento de la familia.

La falta de recursos de los padres  ha sido utilizada como excusa para arrebatar el pan de la enseñanza a muchos niños que son lanzados a las calles a trabajar para conseguir el sustento de la familia.

Esto ocurre a pesar de que el artículo 40 de la ley 136-03, del Código de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes prohíbe el trabajo de las personas menores de catorce años. El informe de Indicadores de Desarrollo Mundial 2014, publicado por el Banco Mundial en su portal de la web el pasado mes de abril, ubicó la tasa de pobreza en República Dominicana en un 40.9% como porcentaje de la población general en 2012.  Según el Estado Mundial de la Infancia 2012, presentado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el 62% de los hogares urbanos de la República Dominicana vive en situación de pobreza, lo que afecta principalmente a la población infantil, en especial al grupo de cero a cinco años, en el que la pobreza alcanza 20%.

La vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, reveló en el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, que se conmemoró el pasado 12 de junio, que en el país existen 304 mil niños entre cinco y 17 años que trabajan, pese a que según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2009-2010 descendió en 6% en la última década. “Los semáforos, las calles, están llenas de niños trabajadores, cuando deberían de estar en la escuela”, declaró Rafael (Pepe) Abreu, presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), quien refirió, además, que el trabajo infantil se ha ido erradicando de las empresas formales, aunque todavía persiste en la economía informal.

Con tan solo 10 años, la niña  Francisca Sánchez (nombre ficticio), residente en Barahona, una de las provincias que registra mayor índice de trabajo infantil, relata que lleva dos años vendiendo dulces en “Los Patos”, uno de los balnearios más concurridos de esa provincia, debido a que su progenitora, quien es madre soltera, le ha encargado esa tarea para producir dinero, porque lo poco que consigue no da para los gastos de la casa. A tan corta edad, la infante se ha visto en la obligación de dejar la escuela para dedicarse a estas actividades no aptas para menores de edad.

El trabajo a temprana edad perjudica la integridad de los menores y pone en riesgo su inocencia, debido a la alta ola de delincuencia y la degeneración social a que se ven sometidos.

De acuerdo a informes de organismos internacionales, en la actualidad, la región con mayor explotación de trabajo infantil es el Cibao, seguido por la región Sur, incluyendo el Gran Santo Domingo, donde los menores son sometidos a trabajo forzoso.

La región de Enriquillo, compuesta por las provincias Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales, registró en 2011 la mayor incidencia de trabajo infantil, con un 24.5%; seguida por la subregión del Cibao Nordeste, con un 18.7%, que incluye las provincias Duarte, Salcedo, Samaná y María Trinidad Sánchez.

La viceministra de Trabajo, Gladys Sofía Azcona, informó que dicha entidad creó, junto a la Unidad de Trabajo Infantil, de la cual es directora, mediante el decreto 144-27,  el Comité Electivo Nacional, que a su  vez fundó el Comité Directivo Local (CDL), con el fin de ayudar a la erradicación del trabajo infantil.

Azcona explicó que hay varias políticas públicas que los están ayudando a erradicar el trabajo infantil, como son: la tanda extendida, que gracias a éste novedoso programa “se les quita el dolor de cabeza a los padres, quienes muchas veces no saben con qué alimentar a sus hijos cuando retornan a sus casas; y ahora, en los centros educativos les dan desayuno, almuerzo y merienda”.

La viceministra dijo que la asignación del 4% del PIB a la educación también es de gran beneficio para combatir este flagelo, que impide el crecimiento de los pequeños.

El programa “Quisqueya Empieza Contigo”, es otro de los proyectos que se implementan para encaminar a los pequeños por el camino correcto.

Para el 2015, el Estado dominicano debe haber eliminado las peores formas de trabajo infantil y para el 2020 el país debe eliminar todo lo que es trabajo realizado por menores de edad, explicó la funcionaria.

Erradicación del trabajo infantil

Con el convenio 182 de la Conferencia General de la Oficina Internacional del Trabajo, convocada en Ginebra (OIT) el primero de junio de 1999 en su octogésima séptima reunión, se declaró que “la eliminación efectiva de las peores formas de trabajo infantil requiere una acción inmediata y general que tenga en cuenta la importancia de la educación básica gratuita y la necesidad de librar de todas esa formas de trabajo a los niños afectados y asegurar su rehabilitación y su inserción social, al mismo tiempo que se atiende a las necesidades de sus familias”.

Dicho convenio reconoce, además, que “el trabajo infantil se debe en gran parte a la pobreza y la solución a largo plazo radica en un crecimiento económico sostenido conducente al progreso social, en particular a la mitigación de la pobreza y a la educación universal”.

La Constitución de la República Dominicana, en su artículo 56, numeral 1, establece que “el Estado declara del más alto interés nacional la erradicación de trabajo infantil y todo tipo de maltrato o violencia contra las personas menores de edad. Los niños, niñas y adolescentes serán protegidos por el Estado contra toda forma de abandono, violencia física, psicológica o moral, secuestro, abuso sexual, explotación sexual y comercial, laboral, económica y contra trabajos riesgosos”.

El estudio “Dinámica del trabajo infantil en la República Dominicana”, realizado por Oscar Amargós para la Oficina Nacional de Estadísticas, revela que la presencia del trabajo infantil está asociada a las altas tasas de desempleo y de empleo informal. Dice que las limitadas ofertas de un empleo o trabajo decente para los adultos provocan que éstos busquen estrategia de supervivencia o de generación de ingresos, algunas de las cuales conllevan al involucramiento de sus propios hijos menores de edad en actividades productivas en su propio hogar o fuera de la casa.

Según la encuesta ENHOGAR 2009-2010, el número de niños y adolescentes ocupados en la producción económica suman un total de 380 mil, para una tasa de ocupación de 15%, tomando en cuenta que la población estimada con edad de 5 a 17 años, es de 2.5 millones.

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