No hay almuerzo gratis

El Banco Central (BC) está molesto. Considera que las tasas de interés han aumentado más de lo debido. Y está comenzando a ponerle su cara dura a los bancos, para que limiten los aumentos a los niveles que el BC había estimado.

El Banco Central (BC) está molesto. Considera que las tasas de interés han aumentado más de lo debido. Y está comenzando a ponerle su cara dura a los bancos, para que limiten los aumentos a los niveles que el BC había estimado.

El problema es sencillo: el BC cree que hay almuerzos gratis.  Piensa que se puede controlar la inflación a través de una política monetaria restrictiva, sin que esta última provoque aumentos de las tasas de interés.

El Gobierno y el BC se pusieron de acuerdo con el FMI y establecieron una meta de 6%-7% para la tasa de inflación en el 2011.  La realidad, sin embargo, es que a junio de este año, la tasa de inflación anualizada alcanzaba ya el 9.32%. 

Para alcanzar la meta de 6%-7% a final del 2011, el BC sabe que tiene que imponer una política monetaria más restrictiva que la que ha estado vigente. A no ser que el petróleo baje a US$70 (el viernes cayó a US$85) y contribuya con varios meses de tasas de inflación nulas o negativas.

¿Ha elevado el BC la intensidad de la política monetaria restrictiva? Veamos algunos indicadores.

En primer lugar, el BC paga hoy día una tasa de 6.75% sobre los depósitos de muy corto plazo, los llamados “overnight”, que los bancos mantienen en el BC. En julio del 2010, pagaba un 4.00%.  Por tanto, ha subido su tasa de interés pasiva, que es su “tasa de política”, en 2.75 puntos porcentuales.

Como bien explica el propio BC en su portal, los depósitos remunerados de corto plazo constituyen “un instrumento de política monetaria utilizado por el BC para afectar los niveles de liquidez del mercado monetario con el propósito de incidir sobre el nivel de las tasas de interés. A través de esta ventanilla los bancos múltiples, asociaciones de ahorros y préstamos, bancos de desarrollo y financieras depositan sus excedentes de recursos a un plazo de uno a cinco días calendario… La tasa de interés de estas operaciones es fijada por el Comité de Mercado Abierto del BC, y la misma debe servir de señal de tasa de interés piso para las operaciones interbancarias.” ¿Si el BC ha aumentado su tasa en 2.75 puntos porcentuales en los últimos 12 meses, qué señal envió a los bancos sobre lo que tenía que suceder con sus tasas de interés pasivas y activas? A pesar de haber subido la tasa de política, la demanda de los bancos por depósitos “overnight” en el BC se ha reducido en un 30% en los primeros 7 meses del 2011 con relación al mismo período en el 2010.

¿Por qué?  Porque como vamos a ver más adelante, la agresividad exhibida por el BC colocando certificados de inversión y la desmonetización de pesos provocada por la pérdida de reservas, han reducido sensiblemente la liquidez de los bancos.

En segundo lugar, el BC realiza mensualmente varias subastas de títulos (certificados de inversión), con lo cual afecta los niveles de liquidez de la economía y envía señales sobre la dinámica de las tasas de interés. El 28 de julio del 2010, el BC subastó RD$100 millones en letras del BC. Adjudicó RD$100 millones pagando una tasa de 5.164%. De eso, hace un año.  El miércoles pasado, el BC volvió a subastar RD$100 millones de letras del BC.  Adjudicó RD$70.4 millones  pagando una tasa de 10.622%. Como vemos, el BC ha subido su tasa en 5.458 puntos porcentuales entre julio del 2010 y el 3 de agosto de este año.  ¿Qué señal piensa usted que el BC envía con ese aumento en la tasa de interés que paga sobre sus letras y títulos colocados en operaciones de mercado abierto?

En tercer lugar, alguien podría decir que no importa mucho el hecho de que el BC esté subiendo las tasas sobre los títulos que coloca para sustraer liquidez a la economía, como demandaría una política monetaria restrictiva que persigue bajar la tasa de inflación, si los niveles de dichas colocaciones son insignificantes.  Resulta, sin embargo, que no lo son.  Mientras en julio del 2010, el BC tenía colocados RD$207,406 millones en certificados de inversión, al 27 de julio del 2011 el monto colocado ascendía a RD$236,947 millones, para un aumento de  RD$29,541 millones. Una suma no despreciable si se tiene en cuenta que equivale al 21.5% de la emisión monetaria.

En cuarto lugar, en lo que va del 2011, el BC ha perdido US$607.5 millones de sus reservas netas.  En otras palabras, ha tenido que vender esos dólares en el mercado para enfrentar el creciente déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos.  Cuando el BC se desprende de sus dólares, recibe a cambio pesos. Extrae pesos de circulación. La pérdida de reservas acumuladas, en ausencia de esterilización, debió provocar una caída de RD$23,000 millones en la emisión monetaria. No es por casualidad que la agresiva política de colocación de certificados de inversión y la venta de reservas de divisas del BC se han combinado para producir una caída de 5% tanto en la emisión monetaria como en la oferta monetaria.

Como hemos visto hasta ahora, la tasa pasiva del BC por depósitos overnight ha subido 2.75 puntos, lo que no ha podido evitar una baja de 30% en la demanda por esos depósitos; la tasa que paga por sus certificados ha subido en 5.458 puntos, y la colocación ha aumentado en RD$29,541 millones, equivalente al 21.5% de la emisión monetaria; y los niveles de liquidez se han reducido adicionalmente debido a la pérdida de US$607 millones en las reservas netas de divisas del BC. ¿Frente a ese panorama, debería el BC rasgarse las vestiduras porque la tasa pasiva y la tasa activa de los bancos han subido en 4.19 y 5.44 puntos porcentuales, respectivamente, de julio del 2010 a julio del 2011? Si el BC ha subido en 5.458 puntos porcentuales la tasa que paga por sus letras, ¿por qué reacciona molesto cuando los bancos, en un período similar, se han visto precisados a subir su tasa activa en 5.44 puntos?
En el análisis no he introducido un factor adicional de aumento de la tasa de interés sobre los préstamos: el impuesto del 1% sobre los activos financieros, una medida impositiva que impacta directamente a la cartera de préstamos de los bancos y demás entidades financieras.

Sólo para los bancos, el impuesto a pagar asciende a unos RD$4,000 millones. Si los bancos no lo traspasaran a sus clientes vía aumentos en las tasas de interés sobre los préstamos, las utilidades de los bancos caerían en 32%. El BC estimó que este impuesto debería provocar un aumento adicional en la tasa de interés activa de los bancos de 1.58 puntos. Desconocemos si en su estimado el BC tuvo en cuenta que una parte no despreciable de la cartera de los bancos es a tasa fija por un período que va de 6 meses hasta 2 años.

Si al 5.458% que ha subido el BC su tasa en las subastas le añadimos su estimado de aumento de 1.58% como consecuencia del impuesto sobre los activos financieros, tenemos que la tasa activa de los bancos debió haber subido en 7.038 puntos porcentuales.  A final de junio, había subido en sólo 5.44 puntos. Por tanto, deberíamos esperar un aumento adicional en agosto de 1.598 puntos porcentuales, terminando el mes en 18.448%.

El BC tiene que ser coherente con sus promesas al FMI.  En la última carta de intención planteó que estaba “consciente del riesgo del aumento de la inflación en el contexto de los aumentos de los precios internacionales de alimentos y combustibles, así como de una economía que está creciendo a niveles cerca de su potencial.

Si bien creemos que la inflación está bajo control, el BC está preparado para ajustar la tasa de política según sea necesario, para cambiar a una postura de política más restrictiva con el objetivo de lograr la meta de inflación. Para señalar una postura más contractiva, la tasa de crecimiento de la base monetaria en el programa monetario será reducida, con su correspondiente contrapartida de reducción de RD$10 mil millones en la meta de AIN (Activos Internos Netos) para el 2011”.

Las políticas del BC y del Gobierno son las que han provocado el aumento de las tasas de interés. Así como a los comerciantes les interesa vender sus mercancías a los precios más baratos y competitivos posibles para retener a sus clientes y atraerse los de la competencia, a los banqueros les interesa prestar a la tasa más atractiva posible, pues así prestan más y obtienen mayores beneficios.

Alguien podría pensar que a los banqueros les interesa subir las tasas para aumentar sus beneficios; pero sucede que los aumentos en las tasas de interés, además de contraer la demanda de préstamos, como ya está sucediendo, casi siempre afectan la calidad de los préstamos ya otorgados, pues clientes que podían pagar el préstamo al 12% podrían tener dificultad de pagarlos si la tasa sube al 17%.  Luce pues, que el modelo de “Jekill and Hyde” que tanto parece agradar al BC, ya cansa. Está agotado. 
Los artículos de Andy Dauhajre en El Caribe pueden ser leídos en www.miprd.org/andy

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