Nuevas estadísticas y credibilidad del BC

El Banco Central acaba de publicar cuatro interesantes documentos que recogen los resultados de mejoramientos en los sistemas de recolección de información de estadísticas de las cuentas externas del país, y dan nuevas cifras en materia de remesas,&#8

El Banco Central acaba de publicar cuatro interesantes documentos que recogen los resultados de mejoramientos en los sistemas de recolección de información de estadísticas de las cuentas externas del país, y dan nuevas cifras en materia de remesas, zonas francas y crédito externo del sector privado.  El primero es un documento metodológico general que explica los cambios a los que fue sometida la Balanza de Pagos del país en procura de adaptar esos registros a nuevos estándares internacionales sugeridos por el FMI. Uno de los más importantes es el que diferencia las operaciones de las empresas manufactureras de zonas francas entre aquellas que son netamente de servicios de las que no lo son (antes todas estaban agregadas como productoras y exportadoras de bienes). Otro es que registra los ingresos por intermediación financiera, es decir, de empresas que obtienen ingresos intermediando créditos entre residentes y no residentes. Por último, hay otros ajustes técnicos y de denominación. 

El segundo documenta la actualización a la que fue sometida la  recolección de estadísticas de remesas, y ofrece nuevas cifras. Entre las innovaciones se incluyen la implementación  de un sistema de notificación de transacciones internacionales de remesas entrantes y salientes que permite obtener información más “oportuna y completa”, y una estimación de flujos informales de remesas hacia Haití. La nueva estimación arroja un total de remesas entrantes en 2012 de US$ 4,045 millones y de US$ 398 millones de remesas salientes para un flujo neto de US$ 3,645 millones, US$ 248 millones más que lo originalmente estimado.

El tercero, muy vinculado al primero, es un censo económico del sector de zonas francas mediante el cual se procuró diferenciar las empresas que son netamente de servicios, es decir, que ofrecen el servicio de manufacturas o de procesamiento de materias primas  a  otras empresas ubicadas fuera del país de las que procesan insumos de su propiedad y no de otras empresas. Las operaciones de las primeras, apenas 18 empresas con operaciones estimadas en sólo US$ 49 millones, ahora se registrarán en la balanza de servicios, mientras el resto en la balanza de bienes. 

El cuarto documento es un censo de endeudamiento externo del sector privado, el cual mejora la cobertura de empresas que recurren a endeudamiento externo, así como la calidad y diversidad de la información que se recoge. El documento ofrece nuevas estimaciones del total de la deuda privada con el exterior, su evolución reciente, la estructura de plazos y los intereses pagados. Al 31 de diciembre de 2012, el total de la deuda privada ascendió a US$ 3,699 millones.  El 66% de ella era deuda de mediano y largo plazo, y casi todo era deuda de empresas no financieras.

Se trata de un buen y encomiable esfuerzo con interesantes resultados, a los cuales hay que sacarles el mayor provecho analítico posible. Las remesas que salen y que entran son mayores a lo que creíamos que eran, las empresas de zonas francas son más diversas de lo que suponíamos y el Estado empieza a registrarlo de esa manera, y ahora hay más y mejor información de la deuda externa privada.

En contraste, casi en paralelo, el Banco Central daba a conocer estadísticas del desempeño económico del país en el último trimestre de 2013 y para todo el año. Como en otras ocasiones, las cifras dejaron a más de uno boquiabierto porque los números del crecimiento económico guardan poca relación con otras evidencias muy relacionadas como el comportamiento de las recaudaciones, las importaciones, el empleo, las ventas del sector comercio y otras.

Nueva vez, en la opinión pública y entre expertos aflora el descreimiento, y se evidencia el severo problema de credibilidad que afecta al Banco Central y a sus estadísticas del comportamiento del PIB. Las discrepancias e inconsistencias podrían tener explicaciones razonables, pero desafortunadamente, contrario a lo que acaba de suceder con las de la Balanza de Pagos, el Banco Central ha tenido una actitud poco proactiva para explicar con detalle la forma en que construyen las estadísticas del producto, y para sostener una discusión franca y abierta sobre sus fortalezas y debilidades.

La sociedad en general, y la credibilidad del Banco Central en particular se beneficiarían enormemente de un cambio de actitud. Lo que hicieron con las cuentas externas es un ejemplo a emular.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas