El viernes, el representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Lorenzo Jiménez de Luis, definió como “óptima” la gestión del presidente Danilo Medina. Asimismo, durante una visita a la Vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, el director regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Miguel Barreto, y la directora global de Nutrición de ese organismo, Lauren Landi, confirmaron que la República Dominicana ha logrado reducir el hambre de 34.3% a 12%, entre otras iniciativas orientadas a combatir la pobreza, con lo que se alcanza uno de los objetivos del milenio auspiciados por las Naciones Unidas.
Algunos gobiernos de la región han observado el programa de Visitas sorpresa del Presidente como un medio para mejorar la calidad de vida de las personas. Asimismo, es loable el programa de construcción de infraestructuras educativas.
Además, han sido mejoradas las vías de comunicación en las principales regiones, y aunque hay rezagos como en la circunvalación de Baní, Azua y la reconstrucción de la carretera Azua-Barahona, se puede afirmar que ha habido un claro progreso en la interconexión terrestre nacional.
Las repercusiones de algunas políticas obviamente influyeron para que el presidente Medina y la vicepresidenta Cedeño se juramenten otra vez, pero obviamente muchos proyectos y obras no fueron materializados, especialmente en zonas carenciadas.
En este nuevo período las autoridades deben levantar infraestructura clave, mejorar el suministro de agua potable, los servicios hospitalarios y devolver la paz al sector salud.
El gobierno debe seguir trabajando para estimular la creación de empleos, mantener el clima de seguridad para las inversiones y considerar como sagrada la estabilidad macroeconómica. Y llevar a término el pacto eléctrico y definir la reforma fiscal.
La seguridad ciudadana tiene que ser revaluada desde una perspectiva superadora de las políticas fracasadas. Para eso debe continuar la reforma policial y considerar el papel de la justicia como garante de la seguridad de las personas y bienes. Para que sea eficiente necesita más recursos, al margen de los esfuerzos por desterrar a los jueces corruptos.
Medina y Cedeño reelectos tienen la oportunidad de completar los programas diseñados para disminuir la inequidad, y especialmente, hacer de la República Dominicana un lugar en que sus ciudadanos tengan el agrado de vivir.
Esa sería la utilidad de un nuevo período.
