“Nunca olvidaré el día que murió mi abuelo”

En esta oportunidad el embajador de los Estados Unidos no habló de la crisis económica de esa nación, ni de la guerra que contra el terrorismo ha desatado  su gobierno a nivel mundial.

En esta oportunidad el embajador de los Estados Unidos no habló de la crisis económica de esa nación, ni de la guerra que contra el terrorismo ha desatado  su gobierno a nivel mundial.

En esta ocasión el representante de Norteamérica en el país no se refirió a los polémicos cables de Wkileaks. Nada que ver.

Este tiempo, Raúl Yzaguirre lo dedicó para compartir con los lectores de El Caribe, recuerdos de diez episodios inolvidables, situaciones que de una u otra forma se quedaron plasmadas para siempre en su alma y su memoria.

Raúl H. Yzaguirre se desempeñó como profesor presidencial de prácticas y director Ejecutivo del Centro para el Desarrollo Comunitario y de los Derechos Civiles de la Universidad Estatal de Arizona, en la ciudad de Phoenix. Desde el 1974 hasta el 2004 fue presidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Raza.

Antes de ocupar ese cargo, fue vicepresidente del Centro para Cambios Comunitarios en Washington, D.C. También fue nombrado a la Comisión Presidencial sobre la Excelencia Educativa para Hispanos.

Anécdota sobre mis nietos

Una historia de Navidad

La familia Yzaguirre se reúne completa en cada Navidad. Es una de mis épocas favoritas. Lo que más disfruto es reunirme con mis diez nietos. Recuerdo un año en el cual toda la familia jugaba fútbol americano en una playa en la Florida, cuando María, siendo sólo una niña de diez años, de repente interceptó un largo pase a través de su padre, mi nuero. Luego corrió con el balón a lo largo del campo y anotó un touchdown.

1.- Sobre mi niñez
La lucha por crecer

Desde pequeño, me preguntaba sobre mi existencia y nuestra razón de ser. A los 13 años, me escapé de la casa porque quería trabajar en un barco. Aprendí a enfrentar el miedo y el hambre.  Pero lo más importante, en esa etapa me enteré de la lucha méxico-americana para asumir nuestros derechos.

2.- Mis estudios
Un apoyo a mi educación

La escuela fue fácil para mí. Leía libros y tenía mucho interés en aprender todo lo posible. Fui presidente del “Club de Investigación del Espacio” y capitán del equipo de fútbol americano de mi secundaria. Lo más importante que aprendí fue cómo organizar a mis compañeros”.

3.- Mi graduación
No entendía su importancia

En esa época no tenía respeto por las instituciones. No sentía el orgullo de graduarme. Pero, lo único interesante fue que en mi escuela secundaria sólo había un estudiante negro, Johnny Harper y resultó ser mi compañero en el momento en que recibimos nuestros diplomas y su actitud era diferente.

4.- Mi puesto de Embajador
Un compromiso

Pensé que no sería igual, pero en esta posición se necesitan las mismas facultades que utilicé como presidente del Consejo Nacional de La Raza. Trato los mismos temas: relaciones humanas e institucionales, educación, derechos humanos y migratorios, corrupción…

5.- Perder a un ser querido
Un dolor eterno

Cuando tenía 16 años hubo un accidente en el negocio de mi abuelo Gavino, en Texas.  Fue una explosión y murieron él y su compadre. Yo llegué momentos después, y mi abuelo murió en mis brazos. La llaga que sufrió en el cuello se convirtió en una llaga en mi corazón.

6.- Enamorarme
Me sorprendió el amor

Conocí a mi esposa Audrey  cuando estudiábamos en George Washington University.
Un día desperté, después de haber conversado con ella durante un rato la noche anterior y me dije: ¡Diablos, estoy enamorado!. Nos casamos en el año 1965.

7.- Convertirme en padre 
En seis ocasiones

Tenemos seis hijos, Raúl Yzaguirre Jr, Regina Campanile, Elisa, Roberto, Rebecca  y Benjamín. Dirigí el parto de dos de ellos en mi casa.  Me conmovió la confianza que me otorgó mi esposa Audrey  en esos momentos. Todos esos son recuerdos diferentes, pero iguales de hermosos.

8.- Mi gran tesoro
Mi familia

Mis hijos.  Me asombra que hayan salido tan buenos, con tan poca atención que le dimos. Me siento muy orgulloso de ellos porque ¿cuáles son las probabilidades de que seis hijos salgan bien educados, profesionales, con buenos esposos y esposas, que se comporten como padres responsables?.

9.- Phoenix, Arizona
Ahí me gustaría vivir

Sería  en Phoenix, Arizona; en Texas, o en Maryland.  Me gustaría pasar la mitad del año en Phoenix y la otra mitad en Maryland. Ese es un deseo que tengo en mi corazón y que me gustaría cumplir. Antes, en mi adolescencia viví en Texas, por lo que ese es un lugar que conozco muy bien.

10.- Tiempos de dificultades
No han sido pocos

El que más recuerdo fue cuando yo era presidente del Consejo Nacional de La Raza, bajo la administración del presidente Ronald Reagan y nos quitaron los fondos que recibíamos del gobierno.  Fue una decisión claramente política. Tuve que despedir a más de 100 empleados.

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