Operativos antidrogas reflejan una confrontación entre las cúpulas de los organismos de seguridad

La lucha por el poder en las cúpulas de los organismos de seguridad del Estado podría estar detrás de serias disputas que se expresaron abiertamente en la reciente incautación de mil 860 kilogramos de drogas en la zona de Palma

La lucha por el poder en las cúpulas de los organismos de seguridad del Estado podría estar detrás de serias disputas que se expresaron abiertamente en la reciente incautación de mil 860 kilogramos de drogas en la zona de Palmar de Ocoa, en la provincia Peravia.Esta confrontación se puso de manifiesto no sólo en esta jornada antidrogas desarrollada el pasado miércoles en la costa sur del país. Se trata de un conflicto que trasciende las acciones cotidianas propias de cada una de las instituciones responsables de garantizar la seguridad del Estado y de la ciudadana.

Más allá de la diplomacia que compromete las relaciones interinstitucionales, es evidente que esta lucha envuelve a las Fuerzas Armadas, el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y la propia Policía Nacional.

Informes manejados por elCaribe aseguran que el punto de origen de estos enfrentamientos tiene que ver con la supremacía que dentro de estas instituciones marca las pautas de quién dirige, cómo dirige y los criterios para disponer el relevo gerencial. En el caso específico de la DNCD, el descontento surgió desde el primer momento en que su actual director fue seleccionado entre un grupo de aspirantes al cargo de presidente, que finalmente recayó en un alto oficial de la Policía, el mayor general Rolando Rosado Mateo.

Este alto oficial tiene ya más de dos años en el cargo. Rosado Mateo llegó a la DNCD impulsado por el entonces jefe de la Policía Nacional, Guillermo Guzmán Fermín, quien lo definió como “un hombre muy firme y enérgico”. “Y hasta medio rosca izquierda es el muchacho”, dijo aquella vez Guzmán Fermín, para proyectar la figura del pupilo que presentó e impulsó ante el entonces presidente Leonel Fernández.

Guzmán Fermín tenía razones suficientes para sentirse contento de que Rosado Mateo ocupara la jefatura de la DNCD. Se trata del tercer policía que ocupa esta posición, desde su creación en el año 1988. El primero fue Rafael Guerrero Peralta (1989-1992), quien también fue el primer titular de la DNCD, y el segundo policía fue José Ramón Mota Paulino (1992-1994).

Los demás jefes de la DNCD han sido altos oficiales de los cuerpos castrenses, que son los que más han ocupado esta posición, aunque dentro del referido ciclo duraban uno y dos años. Rosado Mateo sustituyó a Gilberto Delgado Valdez, un mayor general de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD) que comandó esa institución en el período 2008-2009.

Está claro que Rosado Mateo es el jefe de la DNCD que más tiempo ha permanecido en el cargo. Este privilegio, ligado a su condición de policía y no de guardia, ha sido caldo de cultivo de inocultables descontentos y contradicciones que tocan de forma directa la gestión que desempeña frente al organismo antinarcóticos.

En el operativo para perseguir y apresar a varios hombres que intentaron penetrar los mil 860 kilogramos de drogas por Palmar de Ocoa, se produjo una situación que refleja objetivamente el antagonismo entre cada una de las instituciones mencionadas. Esta jornada antinarcóticos se pudo materializar en la tarde del pasado miércoles.

Ese mismo día, desde la Marina de Guerra enviaron un despacho de prensa atribuyéndose la incautación y haber dirigido el operativo, como parte de la fuerza de tarea conjunta denominada Deproser, que por sus siglas significa Defender, Proteger y Servir. Esta unidad fue creada por las Fuerzas Armadas y funciona bajo sus directrices. Su principal objetivo es apoyar la lucha contra el narcotráfico.

Al día siguiente, el pasado jueves, la DNCD organizó una rueda de prensa para las 9:00 de la mañana, con carácter de urgencia, para dar a conocer en la sede de esa institución los detalles del decomiso del alijo de drogas.

Sobre la operación antidrogas y contra el lavado de activos encabezada recientemente por el DNI, el 13 de diciembre, en la cual fue capturada una banda de dominicanos y mexicanos, y resultaron incautaos bienes diversos, diferentes fuentes señalan que la razón por la cual la DNCD no participó en esa operación, es que entre Rosado Mateo y los directivos de este departamento de seguridad no existen buenas relaciones.

Los datos suministrados a este diario aseguran que Rosado Mateo está más que nunca a la defensiva, porque interpreta que desde las Fuerzas Armadas existe un plan en su contra que busca hacerlo saltar del cargo, por no ser afecto a la cúpula militar, que desea dirigir la DNCD y quiere a uno de los suyos y no a un policía.

Rosado se defiende

Ayer, Rosado Mateo dijo a elCaribe que no fue el Deproser el primero en llegar al punto donde fue avistada la lancha Go Fast que cargaba la droga incautada, y dijo que la DNCD fue avisada por la guardia costanera de los Estados Unidos.

“Esa operación la encabezó quien les habla”, dijo Rosado Mateo. El jefe del organismo antinarcóticos sostuvo que los agentes del Deproser llegaron a Palmar de Ocoa, dos horas y media después de que él y el general Valentín Rosado Vicioso, director del Centro de Información y Coordinación Conjunta (CICC) de la DNCD, llegaran.

Como resultado de esa operación, está preso en la DNCD el exteniente de navío (capitán) de la Marina de Guerra, José Luis Arias Cornelio. Fue capturado ayer por la agencia antinarcóticos. El organismo antinarcóticos está requiriendo a la Marina de Guerra el envío de un sargento activo de esa institución, para interrogarlo por supuestamente estar relacionado con el caso. No se dio a conocer el nombre de ese sargento.

El exoficial está bajo interrogatorio en la sede de la DNCD, junto a Ramón Abelardo Sanz Pimentel, alias Nano y Argenis Cordero Soto. Se busca igualmente a un exraso de la Marina de Guerra que, según la agencia antidrogas, estaría ligado “a la frustrada operación de narcotráfico” de Palmar de Ocoa.

Reacciones

La Alianza Dominicana contra la Corrupción (Adocco) y un especialista en asuntos de seguridad pública hablaron sobre el tema. Julio César de la Rosa Tiburcio, presidente de Adocco, dijo: “Más que ausencia, se pudiera interpretar tal vez la pérdida de confianza en el organismo antinarcóticos por parte de las agencias norteamericanas, que es quien en realidad lleva la persecución del narcotráfico en el Caribe y pone en manos de las autoridades de la DNCD los casos para su judicialización en el país”.

Este activista de la sociedad civil entiende que esa pérdida de confianza podría estar relacionada al involucramiento de algunos miembros de la DNCD en actividades contrarias al objeto de la entidad. Daniel Pou, experto en asuntos de seguridad nacional, definió como extraño que en los últimos operativos de gran envergadura sean las Fuerzas Armadas las que lleven la voz cantante, y no la DNCD, que es la institución legalmente facultada para encabezar la lucha antidrogas en República Dominicana.

“Quizás haya una tendencia un tanto marcada a militarizar el combate al narcotráfico o también hay otro ingrediente que podría ponerse sobre el tapete, y es la falta de confiabilidad de los controles internos de la institución”, observa Pou.

Indicó que aunque en muchas de las operaciones de grandes cargamentos de drogas se justifica la participación de efectivos y unidades de las Fuerzas Armadas, por las lanchas rápidas de la Marina de Guerra y los aviones Super Tucanos de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), fue notoria la ausencia de la DNCD en operativos como el encabezado por el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), donde no se requirieron estas herramientas.

Mientras, el exjefe de la DNCD, general retirado Rafael Ramírez Ferreira, defendió las acciones desarrolladas por esa entidad para enfrentar el narcotráfico, y aprovechó para criticar la creación de la fuerza de tarea denominada Deproser, dependiente de las Fuerzas Armadas.

“El Deproser ese fue un proyecto burdo originado para no prestarle la colaboración a la DNCD”, dijo Ferreira. Recordó que cuando se creó la Unidad de Reacción Táctica (URT) en la DNCD y siempre que se le solicitaba ayuda a las Fuerzas Armadas había “un pero”.

Explica que fue así como los cuerpos castrenses crearon en el 2009 la unidad Deproser. “Entonces, cada vez que se producen esos decomisos de droga, no proceden verdaderamente de las Fuerzas Armadas, sino de los organismos internacionales”, dijo. Puntualizó que esto no significa que la DNCD no tenga participación directa en esas incautaciones.

A juicio de Ramírez Ferreira, todo esto ha traído como consecuencia una duplicación de esfuerzos, porque entiende que el personal de Deproser debería estar bajos las órdenes operativas de la DNCD.

El Ministerio Público dice hay coordinación

El Procurador General de la República y el director de la Unidad Antilavado de Activos de esa institución aseguraron ayer que no hay tal ausencia de la DNCD en la lucha contra el narcotráfico. Francisco Domínguez Brito aseguró que todas las instituciones del Estado trabajan “en coordinación, cooperación y completa armonía en la lucha contra el crimen organizado”. Germán Miranda Villalona indicó que en el caso donde actuó el DNI y la Procuraduría, se realizaba una labor de inteligencia y financiera y que no se esperaba encontrar drogas. Con relación al decomiso de mil 860 kilos de droga, explicó que al recibir la alerta de las autoridades norteamericanas, se inició una persecución aire, mar y tierra, y se avisó a la Marina de Guerra que actuó en conjunto con los aviones Super Tucanos, y que luego se sumó la DNCD. “No se produjo operativo de seguimiento, sino de reacción inmediata”, señaló Miranda Villalona.

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