El pasado 16 de Julio, elCaribe dijo: el Estado y sus fuerzas represivas deben lanzar una campaña seria contra las armas ilegales, elevar la rigurosidad para conceder permisos de porte e impulsar acciones inteligentes de control en las calles y de educación en los medios de comunicación.Vemos bien los operativos de las fuerzas del orden bajo la dirección de la Policía para incautar las armas ilegales y las autorizadas por el Ministerio de Interior a individuos de dudosa reputación, perfil sospechoso o en abierto conflicto con la ley.
Es un procedimiento que debe ser rutinario en medio de la guerra desatada por la delincuencia contra la ciudadanía. El drama actual es que la Policía se incauta de las armas, somete a sus portadores ilegales y terminan sueltos.
El avance para la pacificación de las calles y la tranquilidad de las familias depende de la calidad de la gestión, los progresos en el uso de tecnología para el control y vigilancia, y en fin, de la implantación de una política de prevención efectiva.
Pero de nada vale capturar individuos con armas ilegales, si los jueces los despachan mediante una medida de “presentación periódica” o una fianza, porque la ley 36 de armas vigente no tiene un régimen sancionador específico y fuerte.
El nuevo proyecto de ley de armas prevé una sanción de seis meses a un año de prisión. Pero en una sociedad donde la criminalidad está tan arraigada, la penalidad debe ser más dura para que resulte suficientemente disuasiva.
Asimismo, si una persona no tiene nada que proteger o defender, un negocio o un bien que lo exponga a riesgos, ¿para qué concederle un permiso de porte de armas?
El proyecto sobre armas ya está en el Senado. El Senado no debe demorar su conocimiento. La actual legislatura vence el próximo día 25 de este mes. La pieza debe ser priorizada. Aprobarla ahora daría más medios en la lucha contra el crimen.
Mientras, la Policía debe continuar con los operativos y registros selectivos y rigurosos en calles, carreteras y caminos. Se incautan armas y se detectan delincuentes.
