Oportunidades para deudores

Ahora que las tasas de interés para préstamos nuevos están bajando considerablemente, muchas personas, con préstamos vigentes, se preguntan por qué no bajan las tasas de sus financiamientos.

Ahora que las tasas de interés para préstamos nuevos están bajando considerablemente, muchas personas, con préstamos vigentes, se preguntan por qué no bajan las tasas de sus financiamientos.Las entidades financieras acostumbran a revisar las tasas de los préstamos vigentes en distintos períodos, algunas cada tres meses, otras cada seis meses o anual. Pero entre los deudores existe la percepción de que las entidades financieras son más diligentes para revisar las tasas a la hora de subirlas y no son tan diligentes para bajarlas.

Aunque es posible que se trate sólo de una percepción, ahora los tenedores de créditos financieros, ya sean hipotecarios o de consumo, tienen la oportunidad de solicitarle a su banco o asociación de ahorro y crédito una revisión de sus tasas de interés vigentes para que les apliquen rebajas acordes con los niveles en que están siendo reducidas, tras la política monetaria más flexible que se está aplicando desde el Banco Central como forma de dinamizar la economía.

Es muy difícil que si usted solicita una revisión de la tasa de interés de su crédito no reciba una respuesta positiva con la posible rebaja frente a los niveles actuales. Pero además de esa posibilidad, usted tiene también la oportunidad de revisar su crédito, ver el plazo que le falta, el monto del capital pendiente, la tasa que está pagando y hacer una especie de recomposición de su deuda, solicitando un crédito en mejores condiciones de pago y pagando la deuda vigente.

Las opciones son diversas. Usted podría reducir el monto de la cuota que paga actualmente, manteniendo la misma deuda con el mismo plazo, una simple baja de la tasa de interés. También puede lograr una condición mediante la cual pague la misma cuota mensual, pero que se reduzca el plazo que le queda por pagar, lo cual también es una ventaja. Si negocia bien, es probable que consiga las dos cosas, una rebaja en la cuota que paga actualmente y un acortamiento del plazo que le queda por pagar, lo cual sería una doble ganancia.

¡Anímese! Vaya a su banco, hable con su oficial de cuenta y busque alternativas. Las encontrará.

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