Hay puntos de la capital donde la arrabalización presenta su peor cara. Son esos espacios públicos en los que el desorden y la anarquía se anidan y se cubren con el argumento del desempleo y falta de oportunidad. La arrabalización se cuela en los alrededores de instituciones del Gobierno, hospitales públicos, escuelas, universidades, reconocidas empresas, debajo de elevados, incluso en los entornos de obras que marcan el desarrollo de la ciudad, como son las estaciones del Metro de Santo Domingo.
Este estado de desorden no solo se encuentra en las calles de sectores marginados, también se expande a orillas de importantes avenidas de la capital en actitud de desafío contra cualquier política gubernamental que intente frenarlo.
El caos se impone
Uno de estos puntos asaltados por el desorden lo constituye el kilómetro 9 de la autopista Duarte, frontera entre el Distrito Nacional y Santo Domingo Oeste, donde también se ubica la última estación de la Línea II del Metro, la cual lleva el nombre de la fenecida actriz dominicana María Montez.
Allí el ruido y el caos no dan tregua. Y el control lo tienen las rutas dedicadas al concho. Las aceras de este importante tramo de la autopista Duarte, donde se concentra el mayor tráfico de la capital, son ocupadas por vendedores que ofertan variados productos.
La construcción de varios locales para ubicar a los comerciantes informales no ha resuelto el problema. En la zona se vende desde el desayuno del día hasta la “pinta de los domingos”, también la crema que liberará al adolescente de las temidas espinillas.
Como resultado, las aceras y contenes se convierten en el depósito más rápido de la basura generada por el mercado informal. Ayer domingo, se observó a orillas de la Marginal Luperón un cúmulo de desechos de cáscaras de plátano, huevos, vasos y platos plásticos. Nada diferente a otros días de la semana.
El caos se extiende hacia los dos extremos de esta vía, que comunica a la capital con la región Norte. Del desorden y el sucio no se escapa los tres puentes peatonales que comprenden dicho tramo, cuyas columnas son aprovechadas hasta para albergar bancas de loterías.
Arrabalización rodea instituciones
El imponente edificio Gubernamental Manuel Fernández Mármol, donde opera la Cámara de Cuentas, en la avenida 27 de Febrero, es una de esas instituciones públicas, cuyo entorno fue alcanzado por la arrabalización.
Una de las zonas capitalina donde la arrabalización exhibe su punto más crítico es la parte baja del Expreso 27 de Febrero. Cada mañana, comerciantes
desempacan grandes paquetes de ropas usadas, conocidas como pacas, en todo lo largo de las aceras, “protegidos” debajo de la infraestructura vial.
Ahí, el tintinar de las bocinas de los vehículos se confunde con las altas promociones de los comerciantes que ofertan desde el traje al último grito de la moda, hasta artículos que parecían salir del mercado como lo es calzado “chancleta Samurai”.
El mercado de la informalidad hizo su espacio, para citar algunos casos, en los entornos de las instalaciones de Promese Cal, en la plaza Jean Luis, en Herrera; en el Hospital Moscoso Puello, ubicado en la avenida Nicolás de Ovando. En las entradas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la arrabalización da su mejor jugada, trancando el juego a cualquier intento de ordenamiento y doblando el brazo a las autoridades municipales.
Sanitarios en la avenida Winston Churchill
Un caso particular de irrespeto a los espacios públicos se escenifica debajo del elevado de la avenida Winston Churchill, próximo a la John F. Kennedy, donde los choferes de carros de la ruta “Churchill–Feria”, colocaron en plena vía dos sanitarios permanentes para sus necesidades fisiológicas. Los conductores que ofrecen servicio de transporte público alegan que no molestan a nadie colocando sanitarios en lugares estratégicos. Aseguran que mantienen los baños higienizados. A su entender, es peor continuar la práctica de orinar en las paredes, donde empiezan las aceras, de espalda a la vía.
Los sanitarios fueron instalados en octubre del 2013, según registra un reportaje de elCaribe, sobre el particular. Choferes amenazaron con regresar “al viejo método” si les llevan sus sanitarios.
