No encuentro la forma de explicarme el por qué si todos en el equipo saben que la selección juega un baloncesto individual, nadie trata de cambiar o arreglar eso.Ayer escuché al capitán del equipo Jack Michael Martínez decir eso. En otras ocasiones otros han dicho lo mismo, pero al final siempre seguimos igual.
Lo del domingo y lo de ayer es sencillamente para el olvido y hace que más de uno pierda la fe en ese equipo y su afán de ir a España. México nos superó en todo, hasta en actitud. Es que fue triste ver tantos hombros en el suelo y cabezas abajo durante todo el juego, como si el cuerpo no hablara.
Nuestros principales jugadores lucen cansados, agotados y mentalmente en otro lado. Es tiempo de que el dirigente Orlando Antigua sea más desprendido con su banca y empiece a premiar a todo aquel que hace el trabajo. Su rotación corta debe ser amplia ya.
Hay gente sentada que tiene deseos y garras de salir como fiera hambrienta a comerse todo. A veces no es necesario tener a los mejores si no funcionan como los mejores y en Venezuela eso ha sido una constante, excepto el sábado.
Aún creo en la clasificación, pero a ese paso lo único que nos espera es la puerta del retroceso total.