Rubén Sosa, otro pequeño que rinde en el invierno

Ni 5’7 de estatura ni 170 libras de peso le han hecho obstáculo a Rubén Sosa para tener un buen inicio en el béisbol invernal dominicano.

Ni 5’7 de estatura ni 170 libras de peso le han hecho obstáculo a Rubén Sosa para tener un buen inicio en el béisbol invernal dominicano.No solo con su bate ha aportado lo suficiente para mantenerse como ‘‘un jugador de todos los días’’ con el equipo de los Leones del Escogido, sino que con su guante ha podido defender el jardín izquierdo, posición que no muchos con esa estatura lo logran.

“Siempre he trabajado duro”, manifestó Sosa a elCaribe. “La dedicación y el amor hacia Dios me ha podido mantener en él y me ha ayudado a obviar los comentarios sobre mi estatura”, agregó.

Rubén, quien llegó a los Leones procedente de los Tigres del Licey el pasado 30 de mayo, busca inscribirse en una lista de jugadores que han rendido en esta liga a pesar de ser bastante bajo para los parámetros de béisbol.

Nombres como José Constanza (5’9), Eddy Garabito (5’8), José Ramírez (5’9), Esteban Germán (5’9) y el laureado, Luis Polonia (5’8) han roto los mitos sobre la baja estatura.

“Recuerdo que en todos los grupos que estaba desde los tres años que asistía al play, siempre era él más pequeñito de todos”, afirmó Sosa. “Pero los comentarios nunca me hicieron daño porque siempre me esforzaba y me destacaba entre todos”.

Después de emigrar con muchos deseos a los 10 años, pero con pocas expectativas por su estatura, el éxito apenas empezó a llegar desde que pisó suelo estadounidense.

“Todo cambio acerca de mi estatura, en Estados Unidos no te valoran por eso, sino por lo que rindes en el terreno de juego. Los entrenadores me decían que veían algo diferente y me motivaron a dar lo mejor de mí”, expresó el quisqueyano, que ha jugado seis posiciones defensivas.

Ese deseo de triunfar, que Sosa califica como su amuleto de la suerte, fue que lo ayudó a romper barreras en tierras extranjeras y destacarse desde la secundaria y hasta la universidad de Oklahoma City, donde fue firmado por los Astros de Houston en la ronda 23 en el 2011.

“Siempre jugué duro y nunca me quejaba”, dijo Rubén, quien esta temporada, luego de ser dejado libre por los Angelinos en abril, jugó para los Vaqueros de Lagunas (Liga Mexicana) y terminó con promedio de .371 con porcentaje de embasarse de .458 con dos jonrones, 29 remolcadas y 22 robos en 70 partidos.

Ahora, con otra franela distinta a la que jugó en la Liga de Béisbol Dominicano el año pasado, piensa seguir construyendo su camino hasta llegar a cumplir su meta: Grandes Ligas.

“El que no juega no puede demostrar nada, ya que no me dieron el chance con otro conjunto, yo tengo que enseñar aquí con los Leones que tengo las herramientas necesarias para producir en esta liga”, enfatizó Sosa, quien en calidad de préstamo en la campaña 2014-2015 llegó al equipo de Santurce en Puerto Rico, y fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Serie Final.

Con 26 años, Sosa sabe bien qué tipo de juego debe aplicar para mantenerse en la alineación todos los días. Asimismo, sabe que con coraje debe mantener esa fe inquebrantable que el año pasado lo mantuvo en pie, cuando se encontraba en la banca.

“Yo no puedo dar jonrones porque no soy jonronero, lo mío es embasarme y anotar carreras para ayudar a mi equipo a ganar”, dijo Sosa, quien acumula promedio de .268, porcentaje de embasarse de .406, tiene siete impulsadas y 15 imparables en 17 partidos con los Leones. 

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