Río Ozama recibe al año 45 mil toneladas de basura

Los moradores de los barrios asentados en las márgenes del río Ozama vierten anualmente 45 mil toneladas métricas de desechos sólidos a ese afluente, equivalentes al 6% de la basura que se produce en el Distrito Nacional.

Los moradores de los barrios asentados en las márgenes del río Ozama vierten anualmente 45 mil toneladas métricas de desechos sólidos a ese afluente, equivalentes al 6% de la basura que se produce en el Distrito Nacional. La información se desprende del diagnóstico y evaluación de las condiciones ambientales en los barrios del proyecto Hábitat Saludable y Sostenible
(HABISO); coordinado y presentado ayer por Ciudad Alternativa, durante un encuentro con miembros de la prensa.

A esto se suma las descargas de heces fecales, las que según el autor de la investigación, Carlos Jiménez, constituyen un alto riesgo para la salud, la vida silvestre y la aptitud navegable del río Ozama.

Jiménez también afirmó que problemas básicos, como la salud y la seguridad, de los moradores del Gran Santo Domingo no podrán ser resueltos si las autoridades no ponen la mirada en los nueve barrios ubicados en las márgenes occidental y oriental del río Ozama, que concentran más de 300 mil habitantes.

Se requiere intervención urgente

El estudio, que también detalla las condiciones actuales en los sistemas de cañadas, abastecimiento de agua potable, gestión del riesgo y gestión de los residuos sólidos, revela que el Índice de Calidad Ambiental de estos barrios se sitúa en 0.51, por lo que, según el experto, requiere de una intervención urgente por parte de las autoridades.

De su lado, la investigadora social Jenny Torres destacó que los barrios La Ciénaga, Gualey, El Dique, Simón Bolívar, Los Guandules, Las Cañitas, Los Mina Viejo, Los Barrancones y Los Tres Brazos, padecen del desempleo, déficit habitacional, analfabetismo, deficiente suministro de agua potable y energía eléctrica, así como de la vulnerabilidad ante los desastres naturales.

Añadió que quienes allí habitan nacen y conviven a diario con riesgos propios del entorno, entre callejones y viviendas paupérrimas, que se hacen menos habitables, especialmente, para aquellas personas que padecen alguna discapacidad.

Puso como ejemplo a los niños en edad escolar, que para llegar a sus centros educativos deben subir y bajar a diario más de 200 escalones, donde asisten muchas veces sin desayunar y sin cepillarse.

En ese sentido, abogó por el diseño de políticas públicas que enfrenten la pobreza de que son víctimas como parte del movimiento que se ha levantado para sanear el río.

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