El palacio que Trujillo no quiso

La ciudad de San Cristóbal no sólo es la cuna de la Constitución dominicana, sino que también alberga un conjunto de edificaciones que forman parte de la historia y de los patrimonios nacionales.

La ciudad de San Cristóbal no sólo es la cuna de la Constitución dominicana, sino que también alberga un conjunto de edificaciones que forman parte de la historia y de los patrimonios nacionales. Ubicada a sólo 15 minutos de Santo Domingo, al sur de la República Dominicana, la provincia San Cristóbal cuenta con una amplia riqueza económica, cultural, social, religiosa e histórica
Entre los monumentos que posee, ya sean patrimonio o no, y que son baluartes importantes de la nación están: las Ruinas e instalaciones del Ingenio de Nigua, La glorieta del parque Eugenio de Jesús Marcano, la Catedral Nuestra Señora de la Consolación, el Monumento a los Constituyentes, la Casa de Caoba, que era la mansión campestre del tirano Rafael Leonidas Trujillo y el Castillo del Cerro, construido también para el dictador.

Para su época, Trujillo construyó en su natal San Cristóbal varias casas con un estilo y una finalidad peculiar. Sólo en esta ciudad el jefe poseía más de siete casas veraniegas, entre las que están: la Casa de Caoba, el Castillo del Cerro, la casa de playa de Najayo o Casa de Marfil y la Hacienda María o Casa Blanca.

Se dice que la residencia campestre predilecta del tirano era la Casa de Caoba, gracias a que está ubicada en el punto más alto de lo que fue Villa Fundación, pero la obra más suntuosa era la del Castillo o Palacio del Cerro, cuyo diseño estuvo a cargo del arquitecto europeo y mayor del Ejército Nacional, Henry Gasón, cuya inversión fue de cinco millones de pesos. La edificación está conformada por más de 30 habitaciones, ocho salones de juego y fiesta, y más de 15 baños diseminados en sus cinco niveles.

A pesar de toda esta esplendidez nunca la habitó porque no caló en su gusto, pues muchos detalles, eran más bien una denuncia a su régimen.

El Castillo o Palacio del Cerro es una edificación que data del año 1949, época en que el país estaba bajo la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, quien ordenó su construcción para habitarla, pero nunca la utilizó porque no le gustó el acabado de la majestuosa obra.

El diseño está inspirado en el estilo barroco y en sus techos se contemplan incrustaciones decorativas que trasladan a sus visitantes a la época imperial.
 
Cuando el país fue azotado por los huracanes David y Georges, estas instalaciones sirvieron, durante muchos años, como refugio para un grupo de damnificados, quienes posteriormente fueron desalojados por las autoridades.

La edificación sufrió los embates del ciclón David en 1979, que destruyó de manera parcial sus cristales, sus costosas puertas y las ventanas.

Para el gobierno de Hipólito Mejía, la edificación fue cedida a las Fuerzas Armadas, mientras que en el mandato de Leonel Fernández pasó a la Procuraduría General de la República, que puso a operar allí la Escuela Penitenciaria, que se encarga de formar a los Agentes de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario que custodian a los reclusos de las cárceles del Nuevo Régimen Penitenciario.

Todos los días por la mañana, en medio de los entrenamiento se escucha a voces el lema de los aspirantes a vigilante penitenciario.

“Como está la moral del agente, alta muy alta, a tres mil metros de altura, el agente no nace se hace, lo posible está hecho y lo imposible lo haremos señor, y ante lo imposible, voluntad señor”, así se escucha a los aspirantes a Agentes de Vigilancia y Tratamiento Penitenciarios en la parte más alta de la Sede Docente de la Escuela Nacional Penitenciaria.

Remodelado en 2006

Localizada en la comunidad del Cerro, en la provincia sureña de San Cristóbal, el Castillo fue remodelado en el año 2006, y para la ocasión se invirtieron unos 10 millones de pesos. Este baluarte siempre ha sido una de las principales atracciones para los visitantes de esa localidad.  

Cada techo que conforma el Castillo del Cerro, tiene un motivo particular.
Existe uno que está inspirado en el estilo oriental, con un Buda en los cuatro extremos.

Anteriormente, el lugar estaba pintado de rojo vino y marrón, colores propios del estilo en que fue inspirado. Luego pasó a tener tonalidades pasteles. 

Esta estructura puede observarse desde el Parque Piedras Vivas, que está situado en el mismo centro de la ciudad de San Cristóbal, frente a la Iglesia Nuestra Señora de la Consolación, que también fue construida por orden del tirano e inaugurada el 24 de octubre del 1949, día en que el jefe cumplía 58 años de edad. 

Desde la azotea del Palacio del Cerro se puede apreciar una panorámica exquisita de la provincia y parte de Santo Domingo.

La Escuela Penitenciaria

Mediante el decreto 528-05, en su artículo 4, se asignó el Castillo del Cerro a la Procuraduría General de la República para ser destinado a la Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP), para sus procesos de formación y capacitación en materia penitenciaria. La ENAP fue inaugurada el 14 de febrero del año 2006 y tiene la misión de “ofrecer formación y capacitación técnica especializada en materia penitenciaria, para satisfacer la necesidad de personal cualificado con alta calidad y orientado a la excelencia, garantizando el avance de la reforma penitenciaria que implementa la Procuraduría General de la República a través del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, donde educamos a personas que trabajan para la libertad”, informó José Bautista Ogando, coordinador general de la sede docente.

La ENAP ha formado 18 promociones, de las cuales han egresado 1,710 jóvenes como agentes de vigilancia y tratamiento penitenciario, y en la actualidad están capacitando dos promociones más con un total de 350 aspirantes entre ambas promociones.

Detalles
Los ocho salones diseñados para recepciones y fiestas son utilizados como aulas para impartir docencia.

Utilidad
Mediante el decreto 528-05, en su artículo 4, se asignó el Castillo del Cerro a la Procuraduría General de la República”.

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