Pantoja no tiene donde sepultar a sus muertos

Pantoja. “Hace más de 15 años que aquí no se sepulta en la tierra directamente. Solo quienes tienen sus nichos pueden enterrar en este cementerio”, cuenta Eduardo de la Cruz mientras dirige sus pasos por los estrechos espacios que delimitan las&#82

Pantoja. “Hace más de 15 años que aquí no se sepulta en la tierra directamente. Solo quienes tienen sus nichos pueden enterrar en este cementerio”, cuenta Eduardo de la Cruz mientras dirige sus pasos por los estrechos espacios que delimitan las tumbas.
Conoce muy bien el lugar. Recorre a diario los casi 600 metros cuadrados del cementerio, ubicado a escasa distancia de la entrada de Pantoja, distrito municipal de Los Alcarrizos.
Tiene más de 10 años fungiendo como “encargado” del camposanto y guarda con recelo el título de propiedad de los terrenos que fueron cedidos al Estado para la construcción del cementerio.

Las tierras, hoy pobladas de difuntos, pertenecían a su abuelo José Rodríguez “Cibao”.
Aunque no hay una inscripción que precise la fecha de su construcción, la cruz de la tumba de Suárez, “el barón del cementerio”, como se le llama a la primera persona enterrada en un camposanto, señala que el sepelio se efectuó en enero del 1951.
“Pero esa fecha no es la real, porque la cruz, que era de madera, se quemó dos veces con las velas que la gente le ponían. Este cementerio tiene más de 100 años”, asegura De la Cruz.

De acuerdo con informaciones suministradas por la Junta Municipal de Pantoja, el camposanto fue construido en el año 1918 durante la Ocupación Norteamericana. En los últimos 15 años, Pantoja ha experimentado un crecimiento importante que se manifiesta en el caos del tránsito de una estrecha calle principal que lleva por nombre “La Isabela”.

Este crecimiento se atribuye a que la zona se ha convertido en el blanco de empresas desarrolladoras de proyectos inmobiliarios, a la formación de nuevos barrios que crecieron a raíz de la ocupación de terrenos baldíos y al desarrollo de algunos sectores.

Crecimiento poblacional acelerado

Con una extensión de 6.19 kilómetros cuadrados, Pantoja registraba una población de 50 mil 120 personas, de acuerdo con el Censo Nacional del 2010.

Los comunitarios consideran que un nuevo cementerio o la ampliación del existente resolverán el problema de ausencia de espacio para enterrar a sus muertos.

Detrás del mostrador de su colmado, Antonio de La Cruz afirma que “ya es necesario crear otro cementerio en Pantoja”. Tanto su hijo mayor como su suegro fueron sepultados, por separado, en el camposanto municipal, cuando apenas quedaba “un pedacito de terreno”.

El comerciante Rafael Pérez cree que la medida ideal es que el Estado se apropie de terrenos colindantes con el cementerio con los fines de ampliar el lugar.

Luisa Santos de Peña, pastora de la iglesia Jesucristo Fuente de Paz, ubicada en el residencial Don Gregorio, considera pertinente las opiniones de sus vecinos.

“Hay que comprar terrenos para ampliar, porque ya no hay donde enterrar la gente de aquí”, expresa.

Ante la ausencia de espacios, los lugareños sepultan a sus difuntos en los camposantos más cercanos como el Cristo Redentor que colinda con Pantoja, el cual se encuentra en el sector Los Girasoles.

En su defecto, recurren a los cementerio municipales de la provincia Santo Domingo.
Quienes pueden pagar un servicio más personalizado, recurren a los cementerios Puerta del Cielo, ubicado en el municipio de Pedro Brand, o al Jardín Memorial, en la avenida Jacobo Majluta. 

Evalúan construir un cementerio compartido

La Junta Municipal de Pantoja, que preside Mario González, admite que la  comunidad no posee tierra para construir un nuevo cementerio. Informaciones suministradas a través de la Oficina del Libre Acceso a la Información destacan que se evalúa la posibilidad  de construir y de gestionar un camposanto de manera mancomunada con el Ayuntamiento de Los Alcarrizos y los distrito municipales Villa Linda, Palmarejo y La Guáyiga. Así se contempla en el Plan de Desarrollo Municipal de Los Alcarrizos. 

Débil mantenimiento afecta camposanto

Con el pasar del tiempo, algunas tumbas quedaron olvidadas, sometiéndolas a un deterioro progresivo. Pese a la acumulación de hojas y ramas secas, algunas plantas silvestres aportan vida al ambiente gris propio de los camposantos. Según explicó el encargado del cementerio, en los próximos días se procederá a encementar los caminos internos con el objetivo de que las personas puedan andar libremente y para evitar el crecimiento de la maleza. Agregó que los trabajos serán promovidos por la Alcaldía.

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