El Papa insta a católicos no ceder ante otras creencias

Benedicto XVI exhortó a los mexicanos y latinoamericanos a no ceder a otros movimientos religiosos y en cambio purificar su corazón y reafirmar su fe a pesar del sufrimiento en la región.

Benedicto XVI exhortó a los mexicanos y latinoamericanos a no ceder a otros movimientos religiosos y en cambio purificar su corazón y reafirmar su fe a pesar del sufrimiento en la región.
El Papa ofició una misa con la participación de unas 350,0000 personas reunidas bajo los fuertes rayos del sol en un parque público en la ciudad central de Silao con un monumento a Cristo como fondo.

Benedicto XVI expresó que su misión en el continente americano “tiene precisamente el cometido de hacer llegar esta convicción a todos los cristianos y comunidades eclesiales, para que resistan la tentación de una fe superficial y rutinaria”.

Un corazón puro
Recalcó que ahora que han transcurrido 200 años de la independencia de México “pidamos a Cristo un corazón puro”.

Habló de la Semana Santa cuando muchos barrios mexicanos hacen representaciones de la Vía Crucis o el camino que hizo Jesús desde que fue arrestado hasta que fue crucificado.

La exclamación de fe ayuda “a mirar muy dentro del corazón humano, especialmente en los momentos de dolor y de esperanza a la vez, como los que atraviesa en la actualidad el pueblo mexicano y también otros de Latinoamérica”.

Abrió la misa presentando un regalo de un mosaico de Jesucristo para ser colocado en el monumento de Cristo.

El escenario
Decenas de miles de personas quienes recibieron con banderas y globos entre cánticos y coros de “Cristo Vive” a Benedicto XVI, guardaron absoluto silencio durante la misa para escuchar sus palabras.

El cielo lucía despejado y a la izquierda del altar donde Benedicto habló a sus fieles estuvo como fondo el cerro que alberga la estatua de Cristo Rey, una copia del Cristo redentor de Río de Janeiro.

Pese al sol inclemente, la gente no se retiraba del parque. Portaban sombreros o gorras, unos se cubrían el rostro con playeras y otros formaban abanicos con hojas o folletos para soportar el calor.

Voluntarios distribuyeron botellas de agua para hidratar a los asistentes.

A la hora de la comunión, seminaristas, laicos y sacerdotes se distribuyeron por todo el parque para ofrecer con canastas de hostias a los fieles.

El líder de la Santa Sede voló en un helicóptero al lugar de la misa desde la casa de una congregación de religiosas donde descansa durante su estancia en México.

Después de aterrizar, recorrió en el papamóvil diferentes partes del Parque Bicentenario, portando un sombrero charro y saludando con la mano a los fieles que formaban una valla a ambos lados de la carretera.

Cristian Roberto Cerda Reynoso, un seminarista de 17 años de la ciudad de León, dijo que estaba feliz de finalmente escuchar a Benedicto oficiar la misa.

Espera que el papa “me llene para llegar a ser sacerdote”, expresó Cerda, quien llegó más de 12 horas antes de la hora programada para el evento y no durmió en toda la noche. Feligreses acamparon desde la noche previa para presenciar el momento culminante de la visita papal en México. l ap

 

Un llamado de esperanza a familias de migrantes

El Papa llamó a los mexicanos a reforzar su fe en la iglesia principalmente a las familias afectadas por la migración, la pobreza o la violencia ligada al narcotráfico.

“En estos momentos en que tantas familias se encuentran divididas o forzadas a la migración, cuando muchas padecen a causa de la pobreza, la corrupción, la violencia doméstica, el narcotráfico la crisis de valores o la criminalidad, acudimos a María en busca de consuelo y esperanza”, dijo.

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