Para reflexionar

La tensión que se vivió en la frontera norte con Haití terminó sin consecuencias que lamentar. Y eso fue muy bueno. Pero…

La tensión que se vivió en la frontera norte con Haití terminó sin consecuencias que lamentar. Y eso fue muy bueno. Pero ese acontecimiento sobre el Masacre debe conducirnos a algunas reflexiones, más allá del hecho inaceptable que presenciamos.

República Dominicana comparte con Haití la isla de Santo Domingo. Dos estados reconocidos por el concierto de naciones. Como tales tienen soberanías limitadas por las fronteras, en el ámbito de lo que es el derecho internacional.

Pero al mismo tiempo tienen infinidad de asuntos comunes por resolver y han tratado, por todos los medios, de darles las mejores salidas, como debe ser.

Sin embargo, ocurren situaciones como la vivida hasta la semana pasada.

¿Tenían todos esos ciudadanos que aglomerarse de esa forma en el límite fronterizo? ¿Tienen el derecho de presionar como lo hicieron para que los dejaran entrar al país, sin documentos?

El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, que suele pronunciarse sin tapujos, planteó que el gobierno dominicano le debe pedir al gobierno haitiano que comience a colaborar mediante la documentación de su gente.

“No puede mandar a la puerta de la República Dominicana a pedir que los dejen pasar, porque eso ni Estados Unidos, ni España, ni nadie lo hace, y para viajar se debe tener la documentación en regla, y eso es lo que todo el mundo tiene que hacer” (Listín diario, página 3-A, 12-01-2013).

Es muy obvio que estamos ante un asunto que concierne a los dos estados de la isla. Se supone que el estado haitiano tiene que garantizar que sus ciudadanos no violen la frontera de otro país, como si nada.

Eso mismo computa para República Dominicana, cuyas autoridades reciben reclamos de Estados Unidos para que los dominicanos no ingresen ilegalmente a su territorio.

Esta materia amerita mayores reflexiones, y el gobierno nacional tiene que valorarlas. Muchísimos asuntos comunes requieren respuestas más formales que comprometan a las autoridades de Haití frente al Estado dominicano. Es tiempo de que se retome el diálogo a través de la comisión mixta bilateral. Y que haya resultados. l

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas