Paremos este relajo

La colusión entre los comerciantes de nuestro patrimonio ecológico y los guarda-fronteras que se hacen de la vista gorda ante las tropelías de contrabandistas de carbón y abigeos haitianos, lleva a los ciudadanos dominicanos a defender del saqueo&#823

La colusión entre los comerciantes de nuestro patrimonio ecológico y los guarda-fronteras que se hacen de la vista gorda ante las tropelías de contrabandistas de carbón y abigeos haitianos, lleva a los ciudadanos dominicanos a defender del saqueo del extranjero nuestros recursos naturales, incluyendo los bosques y el ganado, sus reses y cerdos, y está causando como reacción que los ciudadanos dominicanos defiendan nuestros recursos naturales, su ganado y sus ganancias, organizándose en asociaciones de vecinos que actúan como vigilantes para la conservación de sus riquezas.

Ese tipo de organización pudiera amenazar la paz entre Haití y la República Dominicana, pero algo hay que hacer para sustituir la incapacidad de los organismos oficiales dominicanos para contener el saqueo y preservar nuestro espacio vital, tanto de las incursiones temporales como de las permanentes de los ciudadanos haitianos.

Hace meses fueron sorprendidos unos haitianos talando y convirtiendo en carbón árboles de las montañas cercanas a la frontera, quienes recibieron el plomo de la indignación de los defensores de sus propiedades. Hoy conversábamos sobre el problema varios amigos, uno de los cuales nos reveló de que por doquier se multiplican las organizaciones de voluntarios que han unido sus fuerzas en defensa de sus bosques, conucos, corrales y pocilgas, contra la delicuencia haitiana.

En cada ocasión en que algún periodista cuestiona alguna autoridad para conocer la cantidad de haitianos que ilegalmente viven en nuestro país, la cuantificación recibida no es ni por asomo la que el ciudadano común cree, entre otras razones, posiblemente por la falta de credibilidad de nuestros funcionarios y de los vigilantes militares de nuestra fuerza fronteriza, o es defecto de fábrica incorporado en el diseño para que el necesario control de la inmigración ilegal, en vez de pararla, resuelva problemas de mano de obra en la agricultura y la construcción. Y esto es muy grave, aunque tener diseño bueno es relativamente fácil de llevar a cabo, si se manejan bien los criterios de diseño-eficiencia, eficacia y efectividad.

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