El anhelo de los moradores de este municipio, de tener un parque ecológico, podría truncarse a pesar de los avances de la primera etapa de la infraestructura.
Tras varias décadas de lucha y enfrentamientos entre ecologistas, empresarios, familias invasoras y los padrinos políticos, que han querido apoderarse del terreno, en Villa González temen que se frustre el proyecto, el cual se alega se ha paralizado porque se agotó el presupuesto de RD$49 millones.
Franklyn Toribio, presidente del patronato proconstrucción del parque ecológico, confirmó la paralización de la obra.
El activista del grupo ecológico Las Lagunas, dijo que el avance del proyecto de construcción del parque ecológico ha sido uno de los pasos más significativos en los últimos 10 años, pero advierte, la obra podría detenerse por falta de recursos.
El profesor José Augusto Izquierdo, responsable de iniciar la primera etapa de la infraestructura del parque, en su gestión al frente del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper), garantizó que no habría problemas con la continuación de la obra.
El funcionario agregó que es cuestión de que se hagan los ajustes de lugar para que las nuevas autoridades retomen el proyecto, concluyan la primera etapa y se aboquen a la segunda fase.
Se trata de una obra que cubrirá un espacio de cerca de 350 tareas de terreno, en donde convergen decenas de especies arbóreas y aves que armonizan el espacio.
La infraestructura del parque está definida por la construcción de tres senderos que cubren toda la extensión.
Para la delimitación de los terrenos y una fachada muy vistosa, estos elementos resumen lo que será la primera fase de la obra.
Según el profesor Toribio, la segunda etapa, comprende la construcción de un lago, las oficinas administrativas, una torre mirador y un centro para la observación y experimentación ambiental.
Avances de la obra
Para bien de la zona intervenida y la formalización del parque ecológico el área, que fue talada en un 30% en 2003, ha sido regenerada de manera natural, debido a las intervenciones y vigilancia de los grupos ecológicos, quienes han impedido que terratenientes, políticos y otros sectores se apropien del terreno, ubicado en la ribera del río Arrenquillo, no obstante, la ubicación ilegal de familias le sacó al parque unas 25 tareas.
Los terrenos del parque pertenecían a la desaparecida Compañía Anónima Tabacalera. Tras el proceso de capitalización de varias empresas del Estado, en el primer gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el espacio pasó a la Corporación de Reforma de Empresas Estatales (Crest).
Ante la insistencia de varios sectores de Villa González, para que el terreno se convirtiera en patrimonio ecológico del municipio y otras voces que propugnaban por el uso particular, se creó un patronato en el 2007 para velar por el proyecto que ya es casi una realidad.
Se impuso el deseo de la comunidad
Previo a la creación del patronato, los terrenos se convirtieron en uno de los espacios más codiciados de la zona, sectores privados propusieron varios proyectos comerciales y de viviendas, pero los representantes comunitarios y ecologistas se opusieron a toda iniciativa que no fuera la preservación como reserva natural.
La amenaza más contundente se produjo en el año 2003, cuando equipos pesados irrumpieron el bosque y destrozaron palmas, samanes, caobas, robles y otras plantas con el fin de construir un proyecto del Instituto Nacional de la Vivienda (Invi).
