Patronatos a veces no son bien valorados por la ciudadanía

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La labor de los patronatos designados por las autoridades estatales para gestionar y velar por el buen funcionamiento de importantes obras de infraestructura o los surgidos espontáneamente en la sociedad civil para dar respuesta a problemas sociales puntuales, no siempre es bien valorada por la ciudadanía.

Muchos responsabilizan a estas entidades de privatizar los servicios públicos que, en teoría, están llamados a ofrecer de forma gratuita por haber sido construidos con fondos estatales.

Fue lo que sucedió con el patronato nombrado para gestionar el Hospital Regional Doctor Marcelino Vélez Santana, ubicado en el sector de Herrera, en Santo Domingo Oeste, que tras su inauguración en 2001, generó el rechazo de diversos sectores que entendían que con este paso se buscaba privatizar el moderno centro hospitalario, lo que finalmente provocó su eliminación en 2004.

Sin embargo, la eliminación del patronato o “Consejo Asesor” del Hospital de Herrera y el paso a un simple sistema de administración, no supuso la mejoría y gratuidad de los servicios del centro de salud como esperaban los usuarios, sino todo lo contrario. Las auditorías practicadas por la Cámara de Cuentas en el período 1 de enero al 31 de diciembre del 2010, evidenciaron graves irregularidades y violaciones a la Ley 10-04 que comprometían, incluso, penalmente a las autoridades del centro.

Penson defiende gestión patronatos

El ingeniero César Nicolás Penson, quien formó parte de dicho patronato, en su calidad de presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y la Provincia Santo Domingo (AEIH) en aquel entonces, defendió la gestión de la entidad, la cual tenía en sus manos la administración de un centro de salud que seguía altos estándares de calidad y servicio, alejado del tradicional mal manejo de los hospitales públicos.

Dijo que si el patronato hubiese seguido gestionando el hospital, se habría evitado el mal uso de los recursos estatales y mantenido la calidad de los servicios, que hoy día se ofrecen con precariedad.

“Ahí hay equipos que son propiedad de ejecutivos del hospital que lo alquilan al hospital. Ya ahí hay un elemento de deshonestidad porque es un asunto de choque de intereses. Usted no puede ser al mismo tiempo director y propietario de un asunto que se supone pertenezca al Estado”, lamentó.

Añadió que hubo intentos de reeditar dicho patronato con personas de prestancia, pero los intereses y voces de sectores políticos lo impidieron argumentando que se buscaba su privatización, lo que aseguró era falso.
“Me siento orgulloso de haberme involucrado con la salud pública y con los resultados tan positivos que allí se consiguieron, y lamentablemente fue un experimento frustrado”.

Dijo que uno de los problemas que tienen los hospitales del Estado es que están siendo manejados por médicos, sin que muchas veces éstos tengan la capacidad de administración que se requiere.

Tres ejemplos de éxito

Penson, quien actualmente es columnista de elCaribe, valora la existencia de los patronatos como un elemento funcional que en cierta forma, neutraliza una tendencia cultural de lo que es administración pública local, donde los gerentes creen que en vez administrar se le ha dado licencia para aprovecharse de la institución que le han puesto bajo su control.

“Por lo general, en el país hay una carencia de administración que suple los patronatos, no solamente como vigilantes de la honestidad con la que se maneja la institución, sino al mismo tiempo, proveedora de fondos, porque puede gestionarlos, ya que usualmente los que constituyen los patronatos son personas que tienen muchas relaciones, mucho más allá que pueda tener un administrador cualquiera”.

Sostuvo que el Estado ha tenido experiencias que arrojan un balance muy positivo con el manejo de algunos patronatos, entre los que citó el de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, con doña Mary Pérez de Marranzini a la cabeza; del Hospital de la Plaza de la Salud, regido por Julio Amado Castaños Guzmán y el del Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT), presidido por el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien valoró de la mejor manera los resultados con que “los patronatos puedan asistir y controlar a la administración”.

Cree subvenciones a hospitales son muy bajas

En cuanto a las críticas de los usuarios de hospitales manejados por patronatos ante las cuotas de recuperación que deben pagar por los servicios prestados, Penson añade que esto se justifica ya que los recursos destinados por el Estado para la salud pública son insuficientes para dar mantenimiento a los equipos, cuyo costo de operación suele ser muy alto. El empresario cree que con la gran cantidad de hospitales construidos en los últimos años, el Gobierno debería nuevamente apostar por la existencia de patronatos compuestos por personas que en lugar de lucrarse vayan a hacer aportes en beneficio del sistema de salud. “Al que trabaja en un patronato le cuesta dinero, en vez de sacarle provecho, porque lo hace por satisfacción personal, nada más”, afirmó. 

Calificación
Patronatos velan porque los puestos sean ocupados por personas capacitadas y demuestren entrega y dedicación”

Esencia
César Nicolás Penson cree que los patronatos pierden su esencia cuando se convierten en instrumentos de provecho personal.

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