El vice presidente de la FNP y coordinador del Polo Soberano, Pelegrín Castillo, consideró este martes incongruente que el presidente Danilo Medina le exigiera a la OEA un desagravio por la invasión del 65, y no rechazará las groseras agresiones a la soberanía que en el presente vienen haciendo la Comisión y la Corte de Derechos Humanos contra decisiones de los poderes públicos en materia de nacionalidad y migración.
Él político censuró que el mandatario omitiera referirse a la cuestión haitiana, la que considera “que es el mayor problema de política exterior de la República, y uno de los más complejos y difíciles del continente”.
“El infierno está en lo que callamos: Danilo Medina pidió diálogo en Venezuela, pero guarda silencio frente a la exigencia de CIDH de desconocer Constitución de RD. Creo que el Presidente debe sincerarse y decirle al pueblo dominicano cuáles compromisos asumió con los Estados Unidos, la ONU y la OEA, en relación a la sentencia del TC 168-13 y el estatus de cientos de miles de haitianos», adujo en una nota de prensa.
Él exlegislador y exministro explicó “que en 1965 fuimos ocupados por tropas de USA y la Fuerza Interamericana de Paz, con la bendición de la OEA, pero que ahora nos agreden ONGs y la CIDH también con bendición de la OEA, con campañas de descrédito acusándonos injustamente de ser responsables de todo tipo de crímenes: «apartheid, xenofobia, genocidio civil, racismo estructural, antihaitianismo»
“Lamentablemente, esas agresiones insidiosas, que son propias en el siglo XXl de una guerra política de baja intensidad, han contado con la complicidad por acción y omisión de las propias autoridades del gobierno de Danilo Medina, que, además, no está en condiciones de resistir los chantajes externos. Actualmente, la soberanía de los Estados se desconoce o aplasta con otras armas, más sutiles pero no menos destructivas», enfatizó Castillo.
Finalmente, consideró una impostura que un gobierno que firmó un acuerdo militar antihistórico con USA en enero del 2015, que convertiría a la RD en una base militar con cobertura diplomática, y que afortunadamente fuera anulado por el Tribunal Constitucional, sea el que demande desagravio por intervención, demanda con la que está plenamente de acuerdo.
