Manny Acta responde muchas preguntas a diario sobre Roberto Hernández Heredia, a quien todos conocen como Fausto Carmona.
Acta se cuida de no llamarle Fausto ni Carmona, con todo y que muchos periodistas norteamericanos comienzan las entrevistas con el apellido que se le conoció en las Mayores hasta que hace pocos meses explotara su escándalo por un nombre falso.
Los Indios se mantienen al tanto de su caso, aunque hay una parte que no depende totalmente de ellos, pero según escuché por estos predios de Goodyear, Arizona, la solución de su caso marcha con pasos que, si bien son un poco lentos, llevan ritmo seguro.
Muchos de sus compañeros lo extrañan y contrario a lo que se pueda pensar con baja en sus últimas campañas, hay un respeto en la cueva del conjunto por la consistencia del derecho dominicano en lo que a trabajar muchas entradas se refiere.
Heredia es lo que en la pelota se llama “un caballo de batalla”, ese lanzador que te puede lanzar más de 190 entradas y cruzar de las 200 sin registrar problemas en su brazo.
“Muchos nos concentramos en ganados y perdidos. Es verdad, eso cuenta y vale, pero no puedo quitarle a Heredia ese mérito de que se faja en cada salida y nos da esa tranquilidad de consumir entradas, lo que evita que el relevo se cargue más de la cuenta”, dice Acta en una defensa de su hoy suspendido serpentinero.
Los Indios le tienen asignado un programa de trabajo a Roberto en su academia de la República Dominicana, el cual se lleva al pie de la letra, según los reportes que llegan a la sede de entrenamiento de Cleveland.
La idea es que cuando se resuelva su situación, que no depende exclusivamente de la voluntad de su organización, independientemente de unos detalles que deben afinarse, no esté tan lejano de la forma física ideal para retomar sus labores en el equipo grande.
Las palabras de Acta identifican a un dirigente que cuenta con Hernández Heredia para la campaña de 2012. Puede que con su mente despejada rinda mejor que en años recientes.
