Periodismo, ética y la ACD (2 de 2)

Como soy un periodista de una sola palabra, que nunca ando con rodeos cuando se trata de exponer mis ideas (sin temor ni favor), y para continuar con mi contundente respuesta a lo publicado por el colega Bienvenido Carmona, preciso que muchos de los&#8230

Como soy un periodista de una sola palabra, que nunca ando con rodeos cuando se trata de exponer mis ideas (sin temor ni favor), y para continuar con mi contundente respuesta a lo publicado por el colega Bienvenido Carmona, preciso que muchos de los premios que otorga la ACD a sus miembros por el desempeño de su trabajo cada año, deben tener el calificativo de “inorgánicos”.

Al mismo tiempo aclarar que los verdaderos premios, que deben ser entregados a quienes realmente los merecen, se reclaman, no se mendigan. La capacidad, el trabajo, la moral y la ética son cualidades que adornan a quienes ven cristalizados sus éxitos. Los éxitos, en cualquier área del conocimiento humano, se reclaman cuando los farsantes y mediocres los niegan.

Sé que al exponer esta opinión algunos directivos que conforman la cúpula de la ACD, y el propio Carmona (en su condición de miembro del jurado o comisión que se encarga de seleccionar a los cronistas con méritos para recibir galardones), me sindicarán como “resentido y amargado”.

Pero les explico que hay muchos ejemplos -por montones- de personalidades de las letras, la ciencia, el periodismo, el teatro, el cine, la literatura… que reclaman sus premios cuando no reconocen el talento, sus resonantes logros ganados y que tienen el apoyo del soberano.

He abogado porque el trabajo que cada año realizan los periodistas, comentaristas y cronistas deportivos, pertenecientes a la ACD, sea evaluado por un organismo (especie de comité) externo. Que la evaluación no corresponda hacerla a directivos de la ACD y mucho menos que en ese comité “evaluador” participen cronistas que optan -lo que es increíble que esté ocurriendo y que marca una violación flagrante a la ética- por la ganancia de premios.

La verdad flota

“La verdad flota como el corcho”. La frase la leí en el libro Emilio el Limpiabotas escrito por el doctor Caracciolo Vargas Genao. Los ignotos tratan siempre de denegar la verdad. Ignorar la capacidad de quienes la tienen. Y que es demostrada con su límpido trabajo profesional. No obstante, los resultados hablan y dejan ver la verdad, la que seguirá flotando como el corcho.

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