Las autoridades garantizaron la reubicación de 280 familias que serán desalojadas de la zona donde se construirá la presa de Monte Grande entre Azua y Barahona.El director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olgo Fernández, durante un encuentro con senadores, el obispo de Barahona, Rafael Leónidas Felipe Núñez, y ejecutivos del Consorcio Andrade Gutiérrez, manifestó el compromiso de construir la presa. Aseguró que todas las familias que serán afectadas vivirán en casas confortables sin el peligro de ser afectados por las aguas del río Yaque del Sur.
Igual compromiso asumieron los ejecutivos de la empresa Andrade Gutiérrez y su director de Obras, José Caputo. Dijo que para no afectarlos con la polvareda de los camiones durante los trabajos, decidieron abrir otra vía de acceso.
A nombre de los agricultores habló Rafael Fabián, quien dijo que sus casas se les están cayendo encima debido a la situación de miseria en que viven.
Los ranchos de tejamaní y algunos de tablas podridas tienen grandes brechas como las existentes entre la pobreza que les arropa y los más de 254 millones de dólares que costará la presa que será levantada en sus terrenos. El dirigente campesino dijo que los productores de sandía, melones y otros cultivos de la zona, no encuentran qué hacer porque los prestamistas ya no quieren financiarles las cosechas desde que se anunció que serían desalojados.
“Nosotros aquí no recibimos ayuda de nadie, la excusa es que no han recibido el dinero de la presa, mientras la agricultura por aquí está por el suelo”, dijo Fabián.
El obispo de Barahona llamó a recuperar la confianza y dijo que en el tema ha habido confusión al relacionar la entrega de los recursos de Monte Grande con Sabana Yegua. Informó que este lunes 10 habrá un encuentro a las 10:00 de la mañana en la sede de la UASD de Barahona para tratar la problemática de la presa y sus efectos sociales. Advirtió que no se van a dormir y seguirán reclamando la obra y el derecho de los pobladores de la comunidad.
