La piratería y la historia dominicana (III)

A la tierra conquistada con la derrota visigótica, los musulmanes llamaron Al Andalús, tierra de los vándalos. La pacificación…

A la tierra conquistada con la derrota visigótica, los musulmanes llamaron Al Andalús, tierra de los vándalos. La pacificación fue rápida por dos razones fundamentales: la aceptación por parte de los visigodos del liderazgo bereber, incluyendo la masiva conversión de la mayoría de aquellos al islam, y la tolerancia a que judíos y cristianos conservaran sus jueces, ritos y prácticas religiosas por ser miembros de religiones abrahámicas, aunque no fueran de la umma (comunidad creyentes). Hasta se permitió a nobles visigodos conservar vasallos y reinos, como el caso de Teodomiro, que mantuvo su corona real. Otro elemento que la hizo posible fue la percepción del contraste de la permisividad musulmana con la fuerte opresión visigótica. Así Al Andalús nace como provincia del Imperio Islámico, bajo el gobierno de Emires nombrados por el Califato Omeya de Damasco.

Mientras España no estaba aún del todo pacificada, el islam sufre a mediados del siglo VIII una profunda escisión cuando la dinastía de los Abasíes de Bagdad se subleva contra la de los Omeya de Damasco con el propósito de eliminarla. Triunfante, traslada el centro del poder islámico a Bagdad y emite, en julio del 750, la orden de matar a todos los príncipes omeyas. Uno de éstos, Abd al Rahman, nieto del califa Hisham Ibn Abd al Malik, e hijo del príncipe Mu’awiya ibn Hisham y una concubina esclava bereber de la tribu Nafza, nacido en el año 731, logró escapar e hizo el trayecto desde Damasco hasta España. Ya en España, Abd al Rahman, como príncipe Omeya, apoyado por el yund, ejército sirio de Al Andalus, derrota en 756 al gobierno abasí en Al Musara y es proclamado por partidiarios Emir de Kurtuba (Córdoba) en la mezquita de la capital andaluza. Enfrentó levantamientos continuos encabezados por Yusuf al Fihrí, que fueron reprimidos en el 759, cuando cayó el exgobernador abasida.

También se rebeló el jefe bereber de Cuenca, así como el caudillo árabe Al Ala ben Mugit. Tales eventos provocaron que un grupo de jefes árabes pidieran ayuda a Carlomagno, luego primer Rey del Sacro Imperio Romano Germánico, contra Abd al Rahman. En el 778 Carlomagno llegó hasta Zaragoza sin tomarla. Al retornar a su dominio fue derrotado por los vascones en Roncesvalles (http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/4839.htm).

Hasta el 929 hubo ocho emires, “… época brillante culturalmente… oscurecida con… levantamientos muladíes y mozárabes hasta que Abd al Rahman III decidió fundar un califato, declarándose Emir al Muminin… lo cual le otorgaba además del poder terrenal, el poder espiritual sobre la umma.” (http://www.legadoandalusi.es/fundacion/principal/historia-alandalus/historia-alandalus). Continuará.

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