En plena recesión, venden artículos de lujo en Puerto Rico

SAN JUAN. Un par de zapatos de satín negro con un taco de casi 13 centímetros (cinco pulgadas) y un caimán dorado decorativo cuesta cerca de 1,600 dólares en la primera tienda de Saks Fifth Avenue que abre en Puerto Rico, más…

SAN JUAN. Un par de zapatos de satín negro con un taco de casi 13 centímetros (cinco pulgadas) y un caimán dorado decorativo cuesta cerca de 1,600 dólares en la primera tienda de Saks Fifth Avenue que abre en Puerto Rico, más de lo que gana el ciudadano común en un mes en esta isla.

Una recesión que lleva casi una década ha obligado a muchos puertorriqueños a buscar fortuna en la parte continental de Estados Unidos, pero ello no ha impedido que algunos de los negocios más caros del mundo instalen locales en El Mall, un centro comercial de 475 millones de dólares inaugurado ayer en San Juan, cerca de uno de los complejos habitacionales públicos más violentos de la
isla.

“Sabemos que Puerto Rico encara ciertos desafíos, pero no basamos nuestra decisión en los vaivenes de la economía”, expresó el gerente general del centro comercial Manuel Vázquez. “La venta de zapatos, ropa y accesorios (caros) en Puerto Rico siempre ha sido buena”.

Los puertorriqueños no han dejado de ir de compras mientras el Gobierno lidia con una deuda pública de 73,000 millones de dólares y los inversionistas se preocupan por la posibilidad de que quiebren dependencias públicas. Las ventas al por menor subieron un 0.5% el año pasado para llegar a 37,600 millones de dólares y hubo un aumento del 17% en las ventas de los negocios de ropa femenina, según estadísticas del Gobierno.

Las tarjetas de crédito son muy populares en la isla, cuya población de 3.65 millones de habitantes tiene una deuda de 22,000 millones de dólares. Laura Ortiz, profesora de sociología de la Universidad de Puerto Rico, dijo que los consumidores que entrevistó para su libro “Shopping in Puerto Rico” (De compras en Puerto Rico) le dijeron que la deuda no les inquieta. “La puedo manejar”, es la actitud predominante, indicó.

Esa actitud de “compro hasta que no doy más” resulta evidente en la Plaza de las Américas, el centro comercial más grande del Caribe, que atrae 70,000 visitantes diariamente y genera un nivel de compras por metro cuadrado que es el doble que el promedio en Estados Unidos.

Ángel Díaz, quien fue de compras con su novia una tarde reciente, afirmó que no ve la hora de poder explorar El Mall. “Dicen que la economía está mal, pero los negocios están siempre llenos”, afirmó.

Los empresarios apuestan a que esa tendencia se mantendrá en el nuevo centro comercial de dos plantas y 60,000 metros cuadrados (650,000 pies cuadrados). Cuenta con más de 70 locales, muchos de los cuales son nuevos aquí, incluidos Lululemon y Jimmy Choo. 

Centro fue construido en barriada violenta

Algunos puertorriqueños se preguntan por qué el centro comercial fue construido junto al complejo de viviendas públicas Ernesto Ramos Antonini, uno de los más violentos de la isla, próximo a un barrio de clase obrera.“Uno se imaginaría que un mall de este tipo lo levantarían en un barrio exclusivo”, señaló David Caleb Acevedo, quien trabaja de traductor. “No sé qué tan bueno será esto para una isla cuya economía está en tan mal estado”.

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