Unas inservibles, otras caídas, y algunas que han sido sustraídas, las lámparas exteriores del parque Juan Pablo II de la avenida Venezuela se encuentran deterioradas.El panorama contribuye a que el lugar se torne inseguro durante las noches para quienes se ven precisados a caminar por las calles Costa Rica y Puerto Rico, de Santo Domingo Este.
Moradores del Ensanche Ozama dicen que por la deficiente iluminación y vigilancia desde hace alrededor de un año se vienen produciendo constantes atracos en las inmediaciones.
“Ahí han atracado a mucha gente a lo oscuro, principalmente en esa esquina, la gente tiene hasta miedo de coger carros públicos ahí”, según afirma Martha Rodríguez, residente en el sector.
Los motoconchos que realizan sus servicios en la esquina de la Venezuela con Costa Rica sostienen que la zona tampoco es segura dentro del parque, donde hace poco le robaron una motocicleta a un hombre.
“Debieron venir antes de Navidad a arreglar eso, porque esto está oscuro, adentro del parque le quitaron un motor a un señor hace como dos meses”, indicó Juan Elías.
A oscuras, pero limpio
Aunque los jardines del céntrico parque se mantienen limpios y sin acumulación de basura, reporteros de elCaribe observaron que varios faroles del interior tampoco funcionan. Lo mismo sucede con el candelabro que adorna la glorieta, que ya no ofrece su luz a los visitantes.
En cuanto a las tarjas que identifican la plaza, al parecer fueron sustraídas por los ladrones de metales.
El lugar también es ocupado por indigentes que aprovechan sus espacios para pernoctar.
El parque, que tiene un área de 10 mil metros cuadrados, fue construido durante la gestión de Domingo Batista (2002-2006). l maría teresa morel
