¿Podría el cambio climático tragarse las playas dominicanas?

El pasado viernes, la Federación Dominicana de Municipios, la Liga Municipal Dominicana y la Federación Dominicana de Distritos Municipales, reunieron en Bávaro, , a casi todos los alcaldes dominicanos, junto a una gran cantidad de alcaldes de…

El pasado viernes, la Federación Dominicana de Municipios, la Liga Municipal Dominicana y la Federación Dominicana de Distritos Municipales, reunieron en Bávaro, , a casi todos los alcaldes dominicanos, junto a una gran cantidad de alcaldes de Puerto Rico y de otros países iberoamericanos, para desarrollar una extensa jornada científica sobre “Cambio Climático, sus impactos y la adopción de políticas públicas para su urgente mitigación. Científicos de diferentes países fuimos invitados a disertar sobre las causas, los efectos directos e indirectos y las medidas que podríamos aplicar en los gobiernos municipales y en los gobiernos nacionales, de forma tal que cada día aportemos a la atmósfera menos gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, el metano, el dióxido de azufre y los óxidos nitrosos, y cada día estemos mejor preparados para afrontar exitosamente los efectos del Cambio Climático, lo cual habla muy bien de quienes dirigen a todas estas organizaciones convocantes, pues el primer mensaje transmitido es que se ha invitado a gente de alto nivel científico para explicar un problema global que ya nos está afectando a todos, y que si de verdad los gobiernos municipales quieren entender y ayudar a resolver el problema, primero debemos escuchar a gente que sabe del tema para entonces comenzar a diseñar y aplicar políticas públicas que contribuyan a la mitigacion del grave problema.

Cada día sentimos un golpeo cada vez más intenso del Cambio Climático expresado en forma de temperaturas cada día más altas y más sofocantes, pues mayo de 2015 ha sido registrado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) como el mayo más caluroso desde que se iniciaron las mediciones de temperaturas en 1880, al extremo de que en Pakistán la ola de intenso calor mató 1,250 personas en una semana; cada día vemos y sentimos los efectos devastadores de una sequía que desde el año 2012 ha reducido la disponibilidad de agua potable y de alimentos en extensas regiones de Puerto Rico, República Dominicana, Haití, Cuba, Venezuela, Colombia, Centroamérica, Antillas Menores, México, Estados Unidos (principalmente California, Nevada, Arizona, Nuevo México y Texas), así como otras regiones del planeta Tierra. Cada día vemos fenómenos meteorológicos más frecuentes y más intensos en el océano Pacífico, como el reciente caso del huracán Patricia que este pasado fin de semana afectó el oeste mexicano con vientos máximos sostenidos de hasta 325 kilómetros por hora, fortaleza rara vez vista en huracanes (aunque común en los tornados del centro oeste de Estados Unidos), pero al mismo tiempo hemos visto que la alta concentración de vapor de agua sobre el océano Pacífico tropical durante esta temporada de El Niño ha dejado el aire del océano Atlántico parcialmente seco y, por tanto, carente de tormentas, de huracanes, y de lluvias, indicando trastornos del clima que producen consecuencias directas en los territorios administrados por los gobiernos municipales; aunque cuando el proceso de El Niño se invierta, de oeste a este, será el Pacífico el que se quedará con reducida cantidad de vapor de agua y reducidos fenómenos meteorológicos, y será el Atlántico el que se caracterizará por múltiples tormentas e intensos huracanes.
En todo lo anterior todos los investigadores invitados al evento estuvimos de acuerdo, pero en lo que no todos estamos de acuerdo es en el planteamiento de que el Cambio Climático producirá tan extraordinarios ascensos del nivel medio del mar que todas las playas dominicanas van a desaparecer tragadas por el agua del mar, y que inclusive parte importante de los principales núcleos urbanos costeros, como Santo Domingo, quedarían bajo las aguas marinas, lo cual no es posible, pues si bien es cierto que el Cambio Climático produce derretimiento de los hielos polares y las nieves perennes, siendo esta la causa del incremento del nivel medio del mar, República Dominicana y Haití constituyen un fragmento de la placa tectónica del Caribe, el cual se mantiene en permanente ascenso tectónico a razón de 3 milímetros por año, y como esa velocidad de elevación vertical de nuestra isla es superior al incremento del nivel medio del mar, nuestras playas aumentan, al extremo de que zonas costeras que ayer eran escarpes arrecifales hoy son pequeñas áreas de playas. De ahí que si recordamos que hasta el siglo 18, Samaná era una pequeña isla metamórfica, y hoy es una península conectada al resto de nuestra isla, y si en la bahía de Samaná usted puede ver los mogotes calizos de Los Haitises que se levantan sobre el nivel del mar, entonces debemos descartar la tesis de que las playas dominicanas y las ciudades costeras van a desaparecer tragadas por un mar ascendente fruto del cambio climático, y que con su desaparición también desaparecería nuestro turismo de playas, pues al parecer estamos confundiendo la erosión de algunas playas, fruto de incorrectas intervenciones hoteleras que han redireccionado corrientes marinas costeras locales, y estamos olvidando que los procesos geológicos de erosión, transporte y sedimentación, son dinámicos e indetenibles.

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