Dado que la Estrategia Nacional de Desarrollo, END-2030, es el tema político más importante de las últimas décadas, realizamos un sondeo sobre su conocimiento entre amigas y amigos dirigentes políticos y obtuvimos los siguientes resultados.Los perredeistas no tenían ni idea de lo que les hablaba, ni siquiera los legisladores, menos aun los síndicos y regidores amigos. Los reformistas, cuando el contacto era por la vía telefónica, hasta llegaban a sorprenderse más de una vez de la pregunta que les hacía y “devolvían la pelota” con la expresión “¿Tú hablas de la Estrategia Nacional de Desarrollo?” Y ante un entusiasta “claro que sí”, la respuesta más directa era: “No sé de eso”.
La izquierda tenía de entrada una actitud de total rechazo, entendían que era un engaño más del Gobierno. Ante la insistencia con la pregunta de si al menos habían leído sobre la END-2030, con cierto desdén o asombro confesaron un desconocimiento total.
Con los peledeistas las preguntas fueron más directas y con la esperanza de encontrar contundentes argumentos. Mas no fue así. ¡qué decepción! Las amigas y amigos del partido oficial lucían sorprendidos, en algunos casos levantaban la cabeza y desconcertados miraban al techo como si les hablase de algo muy extraño. Se puede asegurar categóricamente que de ese sondeo no se puede extraer ninguna conclusión definitiva. Un sondeo no es una encuesta la cual se apoya en el método científico para extraer resultados creíbles.
Es posible que por la vía de ese sondeo no se hayan elegido las personas apropiadas y en los hechos resulte que la mayoría de los dirigentes políticos conocen y se proponen implementar la END-2030; sobre todo los partidos que tienen representación en el Congreso Nacional, pues se debe recordar que fue aprobada por consenso. De la izquierda revolucionaria es muy probable que tampoco se hayan seleccionado en el sondeo las personas más indicadas, pues se sabe que los grandes revolucionarios a través de la historia han sido muy estudiosos inclusive de las acciones de a quienes han de combatir.
El camino de Brasil, en el que un sindicalista y una exguerrillera, utilizando métodos democráticos de convivencia pacífica y capacidad gerencial en la conducción del Estado para arrancar a más de 30 millones de seres humanos de las terribles garras de la pobreza extrema, es más que suficiente para justificar una actitud proactiva desde la izquierda respecto a la END-2030.
Atribuyamos por el momento los resultados del sondeo y la total ausencia del tema en el tan bien acogido discurso presidencial de rendición de cuentas, a errores de la muestra y una inconsciente inobservancia.
