Políticos y prensa

Mi veterano colega y más que ello, amigo de larga data, Guarionex Rosa, puso el dedo en la llaga este domingo sobre las relaciones de Luis Abinader con la prensa. Me identifico totalmente con Guarionex y reproduzco a continuación los párrafos de…

Mi veterano colega y más que ello, amigo de larga data, Guarionex Rosa, puso el dedo en la llaga este domingo sobre las relaciones de Luis Abinader con la prensa. Me identifico totalmente con Guarionex y reproduzco a continuación los párrafos de entrada de su brillante trabajo. Lean ahí: “Cuando pase la calentura que generaron las últimas elecciones presidenciales, congresuales y municipales, los estrategas del Partido Revolucionario Moderno, PRM, quizás saquen tiempo para analizar el supuesto de las malas relaciones con la prensa. Desde los sectores más radicales de la oposición y del PRM en particular, salieron los infundios de que el gobierno del presidente Medina gastaba millones de pesos al día en publicidad y patrocinio, así como que todos los periodistas estaban comprados. No es la primera vez que tal cosa ocurre. En elecciones anteriores, la rivalidad y los prejuicios llegaron al mismo extremo. Esta vez fue más seria la cosa, quizás en proporción a la apabullante campaña oficial y subsecuente derrota sufrida por el candidato opositor. Los periodistas que tienen un mínimo de independencia y que no venden sus artículos debieron sentirse muy ofendidos con las acusaciones genéricas de que la mayoría de la prensa estaba comprada. Algunos políticos dijeron que todos estaban comprados. Fue algo paradójico que a pocos días de las elecciones del 15 de mayo, una reconocida productora de televisión reclamara al gobierno del presidente Medina que derogara la disposición que impedía colocar publicidad, porque todo había pasado. Los periodistas de pensamiento seco creerían que lo mejor es que el gobierno no tenga publicidad ni patrocinio de la prensa, como ocurre en los Estados Unidos, Francia y otros países, pese a que hay intelectuales que creen en el estímulo a los escritores. Sin embargo, la realidad indica que sin la publicidad, y en la República Dominicana, sin la publicidad de las agencias del Estado, los publicistas y periodistas vivirían con mucho mayor dificultad que como están ahora y las agencias desaparecerían”. Sin mayores comentarios…

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