El gobierno, consciente de las tendencias de estos tiempos, está prestando más atención a los problemas. Es su obligación. El presidente Leonel Fernández, como principal ejecutivo, luce más proactivo y no está dejando los asuntos sólo a los responsables directos, los ministros y directores.
Además de los grandes asuntos, como la macroeconomía, las cuestiones sectoriales ameritan seguimiento, sobre todo, si tienen que ver directamente con las personas.
En los últimos dos años, dos sectores clave para la vida del país han merecido parecida asistencia, a veces, después de largas y penosas tensiones. En el pasado más reciente, 2009-2010, el gobierno y los médicos lograron ponerse de acuerdo después de un proceso de confrontación.
El año pasado, los médicos recibieron un ajuste salarial de 30%, en tres partidas implantadas en un período de dos año. Un ajuste de un 15% en el Presupuesto Complementario de agosto de 2010; otro de 10% en el Presupuesto de enero de 2011 y se prevé que a partir de ahora, con el presupuesto complementario, reciban el otro 5% desde este mes. Fue una buena manera de superar tensiones.
Ahora, nada de eso ha sido necesario. El gobierno acaba de disponer un ajuste de 15% para los profesores, retroactivo al 1ro. de este mes. Asimismo, 20,456 profesores recibirán el pago de incentivos por titulación y años de servicio. También habrá mejorías para los jubilados, mediante un plan de retiro complementario.
El presidente Fernández anunció mejorías para el sistema educativo en general, como la creación de 7,563 nuevas plazas para docentes, nuevas inversiones para aulas, mantenimiento de edificaciones y mobiliario escolar. También, el gobierno desembolsará 77 mil millones de pesos para asistir a estudiantes de bajos recursos, con uniformes y mochilas.
Todas esas iniciativas, responsabilidad del gobierno, ayudan a aproximar a la administración actual a la gente, a los gobernados y a mejorar la gobernabilidad.
Es una buena forma de practicar el gobierno cercano.
En esa perspectiva, tener los oídos bien cercanos de los gobernados, que cada día parecen más levantiscos, resulta inteligente, justo y necesario, aún en medio de las precariedades nacionales y globales.
