La porosa frontera

La frontera será siempre un referente en la historia nacional. Por todos los elementos, intereses y conflictos que concurren en la misma. Cierto que en todos los países limítrofes, siempre hay problemas, con sus especificidades.

La frontera será siempre un referente en la historia nacional. Por todos los elementos, intereses y conflictos que concurren en la misma. Cierto que en todos los países limítrofes, siempre hay problemas, con sus especificidades.En nuestro caso, se vinculan esencialmente al tráfico ilegal de personas,  y de otro tipo de tráfico criminal, como drogas y mercancías, incluidas armas y vehículos de lujo. También tenemos que manejar la habitabilidad y el medio ambiente, frente a unos vecinos que la pobreza los ha convertido en depredadores de la naturaleza.

Reconocemos que cuidar una frontera de 390 kilómetros lineales no es tarea sencilla. Se requiere de hombres suficientes, bien entrenados y con algunos grados de entereza. Esos hombres también necesitan condiciones mínimas para sobrevivir.

No se descubre nada si decimos que el Estado no tiene una política fuerte de protección fronteriza. Aunque existen algunos organismos con misiones muy específicas en ese territorio, la realidad es que el desempeño es bastante cuestionable.

Pero lo peor, y es lo que más perturba, es el crimen organizado que opera a través de la frontera, con bases en las zonas urbanas de Haití y República Dominicana, con tanta capacidad para corromper la vigilancia precaria y limitada.
Es muy complicado el problema fronterizo, incluye  el abandono y el proceso de despoblación de los pueblos que la habitan.

El caso de las comunidades de Mencía y La Altagracia, en Pedernales, es un ejemplo de ello. La mayoría de las familias nativas han emigrado. Ni hablar del deterioro de la comunicación terrestre que impacta negativamente la producción y el comercio legítimo.

Resulta muy evidente que los organismos responsables de aplicar las políticas de frontera, acusan manifiestas debilidades en sus quehaceres. Una mirada al estudio “Inmigrantes Haitianos y el Mercado Laboral”, patrocinado por el Ministerio de Trabajo, ayudaría a comprender algunas cuestiones. La crónica de Tony Pina, el pasado martes, es muy ilustrativa de lo que sucede en la frontera real. Refleja cuán porosa es.

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