Un sacerdote y un neurocirujano figuran entre los mediadores en el proceso de conversaciones que se lleva a cabo en el PRD. Pero antes intervinieron militares. Uno de ellos, retirado, fue el artífice del primer encuentro, mientras otros, aún activos, fueron testigos de excepción. Es decir, que fueron guardias los protagonistas en ese primer acercamiento. Era la parte más difícil, la que nadie había logrado. Se trataba de romper el hielo. Si se logra un acuerdo interno los créditos se los llevarán los guardias, sobre todo el general retirado José Miguel Soto Jiménez, en cuya finca se produjo ese encuentro. Se supone que ahora es más fácil seguir juntándolos. Es en esta segunda fase, donde se ven más activos el doctor José Joaquín Puelllo y monseñor Agripino Núñez Collado.
Los que fallaron
En los intentos de mediación anteriores, además de dirigentes del PRD de ambos bandos, participaron otros médicos como César Mella, pero también comunicadores como Homero Figueroa y hasta líderes internacionales. Nelson Espinal, un experto graduado en Harvard en materia de mediación tampoco pudo. Es por eso que todavía muchos se preguntan por qué ahora Vargas y Mejía se deciden a sentarse a hablar. Se cree que no fueron los mediadores, sino que las circunstancias han cambiado.
Otro escenario
Los perredeístas están en la oposición, y tienen aspiraciones. Quieren volver al poder que representa la Presidencia de la República, pero muchos pretenden ser senadores, diputados, alcaldes o regidores. Unos pertenecen a unas tendencias y otros a otras. Por eso se impone la necesidad de acuerdos internos que permitan canalizar las aspiraciones de líderes provinciales y municipales. Hasta el desorden, tiene que ser con orden.
