Si el ciudadano de a pie, el dominicano común y corriente, se siente ya hasta la coronilla con las rebatiñas internas del PRD y la ratificación continua de su proclividad al autocanibalismo, ni qué decir de los perredeístas de abajo, los que se esfuerzan en cada proceso electoral procurando que su partido alcance el poder, labor que han visto ha sido en vano en los últimos procesos comiciales. Y lo cierto es que la historia del partido blanco está llena de recorridos tortuosos por los senderos de la oposición, ya que remontándonos a su fundación en 1939 en Cuba hubo de esperar 23 años para llegar por primera vez al gobierno, saboreando los néctares del poder solo por siete meses ya que ese régimen democrático fue derrocado. De ahí, septiembre de 1963, pasaron 15 años para que el PRD subiera de nuevo al poder, del que disfrutó apenas ocho años, siempre en medio de confrontaciones y controversias internas. Fuera del gobierno desde 1986, pasaron otros 14 años para que, apenas por cuatro años, el perredeísmo volviera a reinar en el Palacio Nacional, del que fue desalojado en 2004, hace ya nueve años, y no se sabe hasta cuándo. ¡Buuueeenooo..!
Aliados esperan
Los partidos pequeños, emergentes como prefieren ser calificados, aliados del PLD en las últimas elecciones presidenciales, siguen aguardando ser llamados siquiera a reuniones informativas, que bien podrían ser de contenido estratégico, por la organización que encarnó la principalía de esa alianza político-electoral, es decir, el Partido de la Liberación Dominicana. Formalmente, después de los comicios en que resultó victorioso Danilo Medina, no se ha producido más que un encuentro, casi semi-informal, del peledeísmo con sus aliados, y fue aquella reunión-almuerzo que se produjo en el período de transición en el restaurant del parque Mirador, al que asistieron el todavía presidente Leonel Fernández, el presidente electo Medina y los líderes de las organizaciones del llamado Bloque Progresista. Después, nananina…
