Prohibiciones de Haití a rubros de RD son constantes

Las prohibiciones de Haití a productos dominicanos no son cosas de ahora. Y la forma como República Dominicana se entera es la misma: casi siempre de manera informal o por el rumor “de boca en boca”.

Las prohibiciones de Haití a productos dominicanos no son cosas de ahora. Y la forma como República Dominicana se entera es la misma: casi siempre de manera informal o por el rumor “de boca en boca”.El gobierno del otro lado de la frontera no es dado a cumplir con una serie de protocolos contemplados para hacer las notificaciones, cuando la importación de un rubro es vedada a otro país con el que se negocia, y por lo reincidente que es, pocos se sorprenden de que “las cosas” ocurran así.

El 7 de enero de 2008 Haití prohibió la entrada de productos avícolas (pollos y huevos) dominicanos a su territorio, alegando que en este país había gripe aviar, sin ser cierto. Lo que se había detectado en Higüey (Este de República Dominicana), en varias trabas de gallos, era influenza aviar de baja patogenicidad, inofensiva para humanos.

En 2013, Haití amplió la veda a los pollos, huevos y otros animales dominicanos y la hizo ver como un nuevo impedimento, cuando ni siquiera había dejado sin efecto el anterior. Ni en esa ocasión ni en la prohibición original de 2008 tomó en cuenta que ambos países tienen representaciones diplomáticas en sus territorios para comunicar su decisión. Las autoridades dominicanas se enteraron por versiones no oficiales.

Las razones que mueven a Haití a prohibir rubros dominicanos casi nunca quedan claras, al menos para el lado dominicano, y eso suele dar origen a múltiples especulaciones.

Por un lado, desde distintos sectores se habla de “arbitrariedad al tomar las decisiones”, y por el otro, de “intereses haitianos que torpedean el comercio entre los dos países, pertenecientes a una misma isla”. La penúltima prohibición avícola por parte de Haití (2013) se produjo un día después de que los presidentes Danilo Medina (dominicano) y Michel Martelly (haitiano) sostuvieron un encuentro. En ese caso, se criticó que el gobernante haitiano no tuviera la delicadeza de comentar a Medina lo que estaba ocurriendo sobre el tema. “Eso fue como un golpe por la espalda”, llegaron a decir algunos sectores.

En julio de 2012, Haití prohibió, “hasta nueva orden” (y nunca ha dicho formalmente si levanta la veda) la importación, distribución y venta de salami, salchichas y mortadela dominicanos.

La información se dio a conocer para entonces en una reunión de emergencia entre la comisión de salud de la Cámara de Diputados haitiana, que presidía Sinal Bertrand, y los ministros de Salud, Comercio y Agricultura haitianos. Las intenciones eran afectar a más productos dominicanos, pues el legislador haitiano propuso se evaluaran otros alimentos, productos farmaceúticos y materiales de construcción.

En julio de 2013 las medidas del gobierno haitiano llegaron hasta los pegamentos dominicanos, cuando se prohibió su importación. Y ese mismo mes las trabas fueron “remachadas”, colocando en el círculo los productos plásticos, aceites y jugos, según informes obtenidos por este diario, en el puesto fronterizo del Mal Paso, del lado dominicano.

Los comerciantes que tienen sus puntos de ventas en el mercado binacional de Jimaní no supieron nunca “a ciencia cierta”, a qué obedecía el comportamiento de las autoridades haitianas.

Pero en julio de 2013, esta vez por la zona de Comendador y Elías Piña, la Asociación de Productores Agropecuarios e Industrializados denunció que el gobierno haitiano subió más de un 600% al impuesto aplicado a las habichuelas y cebollas dominicanas.

El presidente de la entidad, Víctor Octavio Valdez, calificó ese incremento como una “veda disfrazada”. El impuesto aplicado al saco de 100 libras de habichuelas pasó de RD$180 a RD$1,280 y el de cebolla de RD$10.00 a RD$130.

El 21 de marzo de 2015, el Gobierno de Haití anunció la suspensión temporalmente de la importación de frutas y vegetales para evitar la contaminación por la mosca del Mediterráneo, detectada en Punta Cana (Este dominicano, en una zona de poca importancia agrícola comercial). Haití tomó la decisión, luego que EE.UU. lo hiciera, incluyendo en la veda a 18 rubros, cuatro de los cuales son exportados desde dominicana en cantidades importantes.

Pero Haití no solo prohibió la entrada, sino que exigió más que los norteamericanos, con una lista mayor. Prohibió la entrada de limón, aguacate, café, plátano, melón, naranja, pomelo, mango, manzana, tomate, granada, lechosa, zapote, carambola, buen pan, pimiento, pan de fruta, guanábana, cereza, mamón y pepino. 

Por un lado dan el abrazo, luego sale otra medida

El 7 de junio el canciller dominicano, Andrés Navarro, viajó a Puerto Príncipe, Haití, donde sostuvo una reunión con su homólogo Lener Renauld, con quien coordinó sobre el proceso de repatriación de haitianos irregulares desde República Dominicana hacia ese país. Luego, el día 11 del mismo mes, el canciller Navarro, sostuvo una reunión en Bruselas con el presidente de Haití, Michel Martelly, y su homólogo Lener Renauld, con quienes trató temas de las relaciones bilaterales. Y once días después Haití se despachó con la prohibición a la importación de 33 productos de origen dominicano, aunque oficialmente (como en otras ocasiones) el Gobierno dominicano no ha sido enterado. El Ministerio de Agricultura no ha recibido ningún aviso.

No es la primera vez que ocurre. Incluso, en República Dominicana desde distintos ámbitos se especula de manera jocosa que “hay que tener cuidado, cuando un funcionario de alto nivel de Haití se reúne con uno dominicano, porque luego de eso viene una nueva prohibición”. Los reportes de prensa no dejan espacio para la duda. Así ha sido en varias ocasiones. De hecho, que los dos cancilleres de ambos se reunieran hace poco lo confirma.

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