Conociendo los temas de la costa norte -a los que he dedicado más de 20 años- no entiendo por qué los empresarios de la región insisten en promover los reclamos para la construcción de infraestructuras que exigen cuantiosas inversiones por parte del Estado. Por ejemplo, una carretera de cuatro vías desde Navarrete hasta Puerto Plata y otras parecidas. El Ministerio de Turismo destinó una cuantiosa inversión para restaurar playas, dejando de lado asuntos importantes que sí influyen, muchos de los cuales se resolvían con voluntad para enfrentarlos y poca inversión.
En el período 2005-2008, por ejemplo, el Ministerio de Turismo (principalmente) y otras dependencias invirtieron unos RD$6,000 millones en infraestructuras y regeneración de playas, y a pesar de ello el declive de las llegadas de turistas por vía aérea que inició en el 2001 se mantuvo. En el 2000 llegaron a Puerto Plata 807 mil visitantes no residentes, en el 2004 sumaron 621 mil y en el 2008 bajó a 562 mil.
Las infraestructuras son importantes pero no son el problema, como no lo es la carretera Navarrete-Puerto Plata. Hasta ahora nadie ha dado una explicación consistente, opinión que es compartida por importantes figuras del sector público turístico. El primer argumento en contra es que los turistas llegan a la región por el aeropuerto y si algún arreglo vial es prioritario es el corredor Maimón- Puerto Plata-Cabarete, que incluye el aeropuerto, y no necesita cuatro vías, sino una mejora profunda, y debería ser ajardinado, iluminado y patrullado.
Se citan las ventajas de Samaná y Punta Cana por las nuevas carreteras, pero cuando el Norte comenzó a perder el mercado de Santo Domingo y las llegadas internacionales, ir a Samaná exigía de cuatro a cinco horas y Punta Cana tres a cuatro. En cambio desde cualquier punto del Cibao la costa norte está a unas dos horas.
Considerando la escasez de recursos y sin ser prioridad, la situación puede manejarse con un mantenimiento profundo a los accesos viales por Navarrete, San Francisco y Moca, y a la carretera costera Puerto Plata-Nagua. El turismo interno puede retornar con un plan de comunicación profesional, con una inversión de US$300 mil anuales (2 años) de Mitur y US$150 mil del sector privado. Otras acciones son administrativas, por ejemplo, permitir el servicio de las empresas de autobús de calidad, a todos los mercados de la costa norte.
El turismo interno aportará, pero lo que urge es el repunte del turismo internacional. Para esto se debe rediseñar la marca y darle una nueva oportunidad, hacer estudios de mercado, invertir en comunicación profesional con una agencia de clase mundial escogida por concurso. También, rediseñar y mejorar el destino incluyendo un cambio de estrategia y de la gestión, que ha fracasado. La región recuperará la confianza de los inversionistas y turoperadores si cesa la improvisación, se aprueba de consenso un proyecto y comienzan los resultados. Va en la dirección correcta la contratación de Peter Yesawich, por Mitur, para elaborar una propuesta global. La carretera es promesa de campaña del Presidente, pero no es prioritaria y debe posponerse.
