En un hecho que aparentemente ha sentado un precedente desagradable, con un mensaje que aunque inicialmente se concibió como positivo, la Procuraduría General de la República llevó a un programa de televisión a la cantante Martha Heredia, quien guarda prisión preventiva por un año como medida de coerción, tras el intento de sacar del país 2.8 kilos de heroína por el Aeropuerto Internacional Cibao.
La interna fue entrevistada y hasta presentada como si fuera un ejemplo para la juventud, y luego de ser elogiada por su comportamiento y de hablar sobre sus planes futuros, interpretó varias canciones.
¿Cuál es el mensaje que envía el Ministerio Público a la juventud cuando lleva a un programa de televisión de alto rating a una persona bajo prisión preventiva bajo el cargo de narcotráfico?
Incluso, si se analiza la intención que supuestamente tenía la Procuraduría, que era la de presentar los aportes que hace el nuevo modelo penitenciario en procura de ayudar a los reclusos a reinsertarse en la sociedad, Martha Heredia no califica, pues guarda coerción por un año, como presa preventiva, con apenas siete meses en el sistema.
La reacción en las redes sociales no se hizo esperar y las críticas y quejas por la presentación televisiva de gente que guarda prisión le deben dar a la Procuraduría un mensaje del resultado que tuvo esa acción, aunque la intención original haya sido positiva.
Una cosa es que la Procuraduría convoque a los medios de comunicación a las cárceles para que se hagan eco de la recuperación de los internos y otra muy distinta y exagerada es que se lleve a personas apresadas por actos reñidos con la ley a un programa de televisión para mostrarlas como ejemplos.
Esta acción resultó en un efecto contrario al deseado, pues nadie habla de los aportes del nuevo modelo del sistema penitenciario, sino de la presentación de Heredia.
Ojalá que ese tipo de “promoción” del nuevo modelo penitenciario no se vuelva a repetir. l
